Elías siempre había sido un busca pleitos, a pesar de su baja estatura y su apariencia apacible, buscaba cualquier oportunidad para agarrarse a golpes, cuando estábamos en sexto de primaria, un día salió del salón, se brinco la barda que daba a la secundaria, buscó cualquier salón de primer grado y preguntó por Juan, a los pocos minutos salió un niño un poco mas alto que el, pero Elias ya traía su plan, le dijo que una chica preguntó por el y que lo estaba esperando atrás del auditorio, al llegar ahí simplemente comenzó a golpearlo, ese día regresó a la escuela todo amoratado, resultó que el chico que golpeó practicaba boxeo, durante varios días Elías no paraba de contarnos la misma historia mientras reía sin contenerse.
Varios años después, durante un receso en la preparatoria, me encontré a Elías en una cafetería
-Ves a la pareja de ahí- me dijo mientras señalaba a un sujeto que parecía físico-culturista que estaba acompañado de una chica muy hermosa.
-Si te das cuenta el lugar en el que están sentados no está cubierto por las cámaras- me dijo.
Acto seguido, se levantó y estrello el pastelillo que traía en la cara del sujeto, quien sin salir de su asombro se levantó inmediatamente y se abalanzó sobre él, en un salto Elías ya estaba justo enfrente de la cámara, esquivó el golpe del sujeto y lo derribó sin ningún esfuerzo, diciéndole, ese fue un mensaje de tu esposa.
Nos retiramos del lugar mientras el sujeto trataba de contener la furia de su novia...