¡Un saludo cordial para ti! en esta oportunidad quiero compartir una breve reflexión inspirada en la leyenda del bambú japonés. Espero que sea de tú agrado y me acompañes hasta el final de este post.
Cuando se siembra una semilla de bambú japonés, hay que regarla y abonarla constantemente. Durante los primeros meses, no sucede nada apreciable. En realidad, no sucede nada con la semilla durante los primeros siete años.
Cuenta una leyenda asiática que un joven cultivador inexperto después de regar y cuidar con esmero durante algunos meses sus siembras de bambú, quedó convencido de haber comprado semillas estériles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de tan solo seis semanas, vio como las plantas de bambú crecieron más de treinta metros.
-¿Tardan solo seis semanas en crecer? –Le preguntó a su padre aquel cultivador ya no tan joven. -A lo que el viejo campesino respondió –No, no es así. Los tallos, para alcanzar treinta metros, han tenido que esperar siete años. (Paráfrasis de un autor desconocido)
Cuanta similitud tiene esta leyenda con la vida natural donde nos desenvolvemos. A veces, no alcanzamos a imaginar la historia que se esconde detrás del éxito ajeno. Los años de empeño y paciencia, de arduo trabajo, de frustraciones, de intentos fallidos, de lágrimas y fracasos; ocultos en la clandestinidad de una historia personal (Como las raíces de las plantas de bambú).
Solo por mencionar algunos ejemplos
Seguramente muchos desconocen que el brillante científico Albert Eisntein, empezó a hablar a los cuatro años y a leer a los siete. Tuvo que lidiar con el menosprecio de sus profesores quienes lo consideraban un ser inferior y de pensamiento lento. Hoy día lo recordamos como el galardonador del Premio Nobel de Física y el descubridor de la teoría de la relatividad.
Tal vez muchos ni se imaginan que Thomas Edison, uno de los inventores de la bombilla, tuvo que hacer más de mil intentos y sufrir con la constante crítica de sus amigos cercanos, por la evidencia de sus múltiples fracasos ¡Y pensar que gracias a Edison, tenemos la bombilla, el micrófono y el cinematógrafo!
¿Y qué hay del apóstol Pablo? El escritor de la mayoría de las epístolas que conforman el Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras, quien por causa del evangelio sufrió azotes y persecuciones, estuvo encarcelado y en peligro de muerte en repetidas ocasiones, pero que ahora es reconocido como uno de los grandes héroes de la fe cristiana, y el gran instrumento usado por Dios para expandir el evangelio fuera del pueblo judío.
Sin mencionar por supuesto la historia personal que se esconde detrás de una bella familia, de unos padres amorosos, de un estudiante asombroso, de un artista talentoso o de un empresario exitoso.
Por eso, cuando sientas que tus esfuerzos tal vez no valgan la pena y que el camino es más duro de lo que puedas soportar, recuerda que todo éxito admirado tuvo un proceso insospechado.
"¿Fracasos? No sé de qué me hablan. En cada descubrimiento me enteré de un motivo por el cual una bombilla no funciona. Ahora ya sé mil maneras de no hacer una bombilla". (Thomas Alva Edison).