El pasado es pasado

No es fácil dejar atrás muchas cosas. Las cosas buenas o malas, suceden y al parecer, tienen que suceder siempre. Si bien las cosas del pasado forjan nuestro carácter, vivir del pasado nunca será la mejor de nuestras jugadas.


Fuente

Bienvenidos a mi blog y a mi nueva publicación


Lo que sucedió, sucedió

Nada dura para siempre. Es una sencilla razón por la cual disfrutar siempre lo bueno y aprender de lo malo, las vida da muchas vueltas y es importante considerar ambas caras de la moneda.

No es para nada sano pensar tanto en el pasado. Es duro y sin sutileza, ya que simplemente existen cosas que nos arrastran, recuerdos que jamás podrían ser olvidados, pero, existen diferencias en si estas nos perjudican o no; no es plan de quedarse más en el pasado que en el presente.

Un claro ejemplo es cuando nos arrepentimos sobre algo que realizamos y queremos haberlo hecho de una forma distinta. Lo hecho, hecho está y no se puede cambiar. Sirve de experiencia, pero estás en el presente, si algo puedes hacer es en este momento, no antes.

El pasado es nostálgico y necesario, se podría decir que sin el, no tendría mucho sentido lo que somos hoy. Aquellos momentos sirven para reflexionar, aprender y no repetir los errores; también para repetir los aciertos.

Sin embargo, es importante considerar que el pasado no es más que un recuerdo, no es un estado en el cual deberíamos enfocarnos. Existen cosas más importantes y son el hoy, y el después.

Un recorrido para recopilar


Fuente

Es bueno saber lo mucho que hemos hecho. Somos testigos de lo mucho que sirve el tiempo para colocar las cosas en su lugar y evaluar si hemos mejorado, si hemos empeorado o si las cosas se mantienen.

Por algo existe la historia, y es importante ya que sirve de ejemplo para no repetir los mismos errores y repetir los aciertos. De la misma manera, la vida juega un papel similar y nos coloca el recorrido como experiencia, a esto se le puede sacar mucho provecho y es impresionante identificar algo que podemos hacer el día de hoy por haberlo vivido antes.

No todo queda en el pasado

Recordar es vivir. Existen recuerdos de la infancia, de la adolescencia o incluso de la misma madurez que valen la pena ser recordados. Y es que, si bien algo sumamente positivo marcó nuestra vida, es posible que sea muy importante mantenerlo con nosotros para que siga haciendo efecto, es una parte de tu vida y nadie tiene derecho a arrebatarlo.

¿Te arrepientes de haber hecho las cosas de esa forma?

Hace un tiempo, me repetía esa pregunta por diferentes motivos y llegué a la conclusión de que no deberíamos arrepentirnos de nada. O al menos esa es mi opinión. La razón es por el hecho de que probablemente las cosas tenían que darse de tal manera, para que hoy estés parado donde estés.

Si no aprovechaste una oportunidad o la dejamos pasar, lo importante es saberlo y aprender de ello. Estaremos seguros de que si existiese una próxima vez, no pasaría.

Oportunidades nacen todos los días, y más si las hacemos aparecer antes.

Si nos arrepentimos, no hacemos nada, nada cambia. El cambio inicia cuando dejamos de arrepentirnos y seguimos adelante para mejorarlo.

@heberwords

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now