Todos juntos

El silencio se hizo absoluto entre el grupo de jóvenes al ver a su compañera en el suelo,  el grito ahogado de una de las chicas los hizo reaccionar pero ninguno daba crédito a lo que acababa de suceder, era la segunda muerte que presenciaban en cuestión de semanas. Los días siguientes los chicos se mostraban taciturnos, se reunían en silencio, nadie sabía que decir o de qué hablar, con los días fueron poco a poco dejando de lado sus actividades habituales, solo se quedaban reunidos en casa de alguno de ellos o en algún otro lugar, no comían ni dormían mucho, solo el cansancio les hacía cerrar los ojos y despertaban a las pocas horas, lo que les mantuvo en una vigilia constante hasta el punto de insomnio. 

Cierta vez uno de ellos se levantó y los demás lo siguieron sin siquiera preguntar hacia donde se dirigía, tomaron un bus y terminaron en el cementerio,

se quedaron hasta el atardecer caminando de un lado a otro entre las tumbas de sus amigos fallecidos, como si no quisieran dejar solo a ninguno de los dos. 

Regresaron a sus casas un poco más relajados, pasaron el resto de la noche conversando por un grupo de chat cosa que no hacían desde varias semanas, aunque la conversación fue bastante variada al principio en cierto punto terminaron centrándose en compartir como se sintieron caminando entre las lápidas. Sin planear nada los chicos se reunieron a la misma hora del día anterior en la parada del bus, fueron nuevamente al cementerio e hicieron lo mismo, así consiguieron como pasar varios días, entre las visitas silenciosas a los difuntos y las conversaciones de chat que parecían entre personas que jamás se habían visto. 

Los chicos habían perdido la noción de la realidad.

Al quinto día un encargado de vigilar la necrópolis llamó a la policía ya que el comportamiento de los jóvenes le pareció sospechoso, al ver a los oficiales acercarse, todos reaccionaron de la misma manera, la euforia se apoderó de ellos y comenzaron a correr orbitando entre la tumbas de sus amigos, y daba la impresión de que pasaban algo de uno a otro, era algo que solo ellos podían ver.  Cuando finalmente los atraparon no opusieron resistencia, solo se quedaron adormitados. Todo el grupo fue puesto bajo terapia para  ayudarles, la muerte de sus compañeros los había afectado a tal grado que sin darse cuenta todos entraron en histeria actuando de la misma forma.  

Cuando en las sesiones de terapia se les preguntó por separado que era lo que pasaban entre sus manos mientras huían de la policía y todos dieron la misma respuesta 

“Pedazos de nuestras almas, los habíamos separado de nuestros cuerpos y estábamos preparados para morir”

La histeria colectiva es un comportamiento en el cual un grupo de personas presentan sintomas similares de algun malestar no definido, comienza a desarrollase cuando se enteran de alguna situación y de alguna manera se convencen estar pasando por ello. En el relato los protagonistas creían que moririan, aunque comenzó siendo un pensamiento individual se reforzó después de la visita al cementerio, es lo que sucede cuando se comparte las ideas delirantes. Para quienes les gusten las novelas y estoy segura que a muchos después de todo son lectores les recomiendo "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramargo, ahí la histeria los consume a todos.

Tenía pensado hacer de éste el último relato de la serie, pero estoy pensando en algunos más. Hasta ahora había estado dejando el link de los anteriores ( I, II, II, IV) para que puedan leerlos, de aqui en adelante los identificaré con la etiqueta "psicorelatos", ojalá se me hubiera ocurrido antes es una lástima que no pueda editar los demás pero bueno nada que hacer. 

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