Tener un animal en casa puede resultar muy beneficioso para el desarrollo de los niños, tanto a nivel emocional como físico. Les enseña a preocuparse por otro ser vivo, a compartir el amor que tienen para dar y a fomentarles la responsabilidad y autonomía al hacerse cargo de ciertas rutinas que implican el cuidado
Los niños aprenden las señales sutiles que sus animales utilizan para indicar sus sentimientos. Más tarde, pueden aplicarse esto a la interacción con las personas, porque ellos están más atentos a la importancia de la postura del cuerpo, los gestos…
Los animales pueden ser un elemento importante para el desarrollo del niño en todos sus aspectos: físico, cognitivo y emocional.