No regresé






Fuente

Nunca ha sido tu culpa.


Nunca fue justo para mí que no me eligieras, a pesar de que entregué mi alma y mi corazón, me hiciste sentir tan pequeña, no llegué a ser una de tus prioridades, ¿cómo pude llegar a tal punto de suplicar atenciones? Te rendiste mientras yo lo estaba dando todo, haciéndome creer que eras feliz.

No puedo describir cómo me sentía en el momento que decidí decirle qué pasaba por mi cabeza, fue un tema que siempre quise evitar, tal vez en el fondo sabía que no terminaría bien. Me temblaban las piernas, me sudaban las manos y el corazón me palpitaba más fuerte.

Intenté solucionar tantas veces lo que para mí sí podía arreglarse, para ti fue sólo escucharme y quedarte callado. Por ese momento, en esa milésima de segundo, me pregunté, ¿no fueron suficientes esos desayunos a la cama? ¿Tenía que haberme esforzado más? ¿Fue mi culpa? Interrogantes que llegaron a mi cabeza justo después de sólo recibir un silencio misterioso de tu parte.

Mientras te decía cómo me sentía, me mirabas sin siquiera esforzarte en hacer un gesto, mientras hablaba sentía en mi corazón toda tu indiferencia, tuve que entender, en ese momento con los ojos llenos de lágrimas y el corazón completamente destrozado que ya no había vuelta atrás, tenía que irme y no regresar.


Agradecido con Hive Blog por permitirme compartir mis relatos

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now