“Yo no pongo mi ignorancia en un altar y la llamo Dios.”Bakunin
Pero al crecer creemos la farsa que ser adulto es olvidarse de todo esto, si no podemos darnos la libertad de imaginar en todo momento de nuestras vidas entonces vivimos dentro de una burbuja que somos incapaces de desafiar o romper. A nivel personal, una de las enseñanzas que tuve con mi profesor de filosofía, es que él nos brindaba la opción de tomar la pastilla azul o roja, haciendo alegoría a la película Matrix, donde Morfeo ofrece a Neo estas dos tabletas, si este tomaba la azul despertaría pensando que todo es un sueño y que ese encuentro nunca se realizó pero sí en cambio tomaba la roja quedaría desenchufado de la matrix, así mi profesor invitaba a cada integrante del grupo a tomar alguna de estas dos opciones, romper la burbuja o no y al preguntarnos: “¿entendieron?” inmediatamente reflexionaba: “si no lo hicieron, no importa después entenderán, además la clase no ha comenzado”.
Distinguir lo real del sueño, lo real de lo que nos fabricamos ó de lo que nos quieren convencer que es real, es el dilema que constantemente observé fue el objetivo de aquellas clases. Pero la decisión está dentro de cada quien, tomando en cuenta que no decidir es también una opción.
En La Matrix (la película) Neo, quien representa al hombre nuevo, es constantemente atacado por el agente Smith, quien sin lugar a dudas representa nuestros propios miedos. La batalla interna que tiene cada persona al oponerse al cambio y la constante lucha para defender la Matrix, es la forma más palpable de ver cómo se va en contra de algo o alguien que trate de enseñarnos otra verdad o forma de percibir la realidad.
Dentro del salón de clases el profesor nos invitaba a dejar el papel del agente Smith, y nos brindaba la oportunidad de por lo menos por un momento ser desconectados de la matrix.
“Y como un esclavo que sueña que está gozando de una libertad imaginaria, al empezar a sospechar que su libertad es un sueño, teme el despertar y conspira con esas gratas ilusiones para seguir siendo más tiempo engañado”René Descartes.