Metáforas de una esperanza desnuda


Ella y yo confiábamos en una sola cosa, nuestros cuerpos. Todo lo que ella representa como concepto me excita. Sus gustos, sus acciones, su forma de hablar, su danzante silueta que es una caricia constante a mi imaginación. Cada cosa de ella me hace un ser libre.

Esperanza y yo somos tan unidos como distantes. En reuniones entre amigos no nos hablamos públicamente, todo lo contrarios, somos como enemigos. Cuando todos se descuidan follamos en algún rincón donde nadie nos vea y la pasamos delicioso, son rápidos pero yo daría mi vida por la paz placentera que me da oír sus gemidos.

Tu sublimidad me calma, Esperanza. Eres la magia que solo encuentro en tu piel. Recordar aquel día como el momento donde por primera vez volé como un la sutileza de un pájaro que respira dentro de un cuerpo y siente cosquillas por todo el placer.

Sé que tú también lo recuerdas, ésa noche entre velas y pétalos, la luz adecuada para nuestras fotografías porno y al mismo tiempo poéticas, sugerían que escribiéramos versos para leerlos al amanecer y decir que quedaron mal escritos. Ver Netflix después del coito, comer lechoza y besar nuestros cuellos. Contemplar como te masturbas mientras de mi boca salen los pétalos y caen sobre tu cuerpo, tus gemidos que casi son gritos cuando comienzo a darte nalgadas hasta verte el culo rojo, muy rojo.

"Fóllame ya, Louis quiero que me des toda tu poética."

Me encanta penetrarte duro y que me lo pidas, que me los supliques como una jodida loca, que me pides que te pegue en la cara, que te escupa los senos, que me chupes el pene y luego nos besemos como el símbolo más sagrado del amor.

Esa noche fue lo mejor, lo sabes. Muchos prefieren escribirse testimonios por Whatsapp, leerlos y releerlos hasta memorizarlos, pero nosotros preferimos follar como locos, inventar posiciones, lograr orgasmos múltiples y sincronizados, poner tus piernas en mis hombros, leer a Cortázar hasta dormir.

Y luego no tenemos la necesidad de decirnos cosas bonitas, nos basta con un susurro, un "te amo" y luego soñar mientras nuestras piernas se anclan.

Cuando amaneció, vi como tu espalda esperaba mi presencia para que juntos apreciáramos como salía el sol para iluminar nuestros cuerpos, nuestra filosófica teoría y praxis de ser amantes.

"Follar contigo es como vivir en un jardín de oro."

"Follar contigo es como quemarse el cuello."

"Me gusta cuando me miras así, con ganas de matarme y llevarte mi alma a tu mundo infernal."

"Te gustaría jugar con velas?"

"Quiero que quemes ya mis senos, todo mi cuerpo, quiero que me arda, me cachetees y me rompas el culo, cabrón."

Cuando escuche eso de ti y ver como te movías para prepararte, excitada y lista para mí, tuve una erección que no era de este mundo, fui directamente a buscar las velas, amarrarte, aplicarte el lubricante, jugar con nuestro arte de besar.

Creo que ni Pablo Picasso podría haberse sentido tan contento con sus obras como cuando nosotros nos besamos. Pongo el ejemplo de Pablo porque para mí el arte es uno de los niveles del amor mas placenteros que existe.

Entonces pongo a Sade en el tocadiscos y es increíble pero al escuchar sus canciones nos sentimos más excitados de lo normal, rompemos un límite en este mundo como si pasáramos a otro plano y todo en nosotros es tan delicioso.

"Oh, ahj..."

Gemías y era como oír a los ángeles recitar poemas de Rimbaud.

Es una lástima que ahora solo quede esperar nuestro próximo encuentro. Pero sé que cuando nos veamos haremos el amor y será como hacerlo miles de veces en un día, frenéticamente. Porque cuando estoy dentro de ti soy libre y lo único que necesito en esta vida es la libertad, la paz que me dan tus besos.

Imagen tomada de unsplash

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now