Es un virus nacional y a todos nos ataca por igual.
Nos aqueja en la mañana al momento de despertar.
Su resaca es al medio día y no la podemos evitar.
Como no tiene antídoto, por consenso nacional.
El colectivo en forma unánime, se ha sabido pronunciar.
La decisión bien acertada, con sapiencia popular, ha sabido decretar:
La flojera es un patrimonio nacional.