Mi infancia va desde mi nacimiento hasta el sexto grado de educación básica, ya cuando uno va al liceo sigue siendo niño, pero en una etapa de transición a la adolescencia; es mi opinión personal, hay los que piensan que la infancia va hasta la pubertad, y hay algunos que nunca quieren crecer como el caso de los Peter Pan.
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Pero como no recuerdo casi nada de los cuatro años hacia mi nacimiento, lo mejor es preguntar a la persona que guarda en su corazón todos los momentos importantes de nuestra vida, a nuestra querida madre que tengo el privilegio de tenerla viva, y pronto cuando suceda lo que tiene que pasar, porque la muerte nos persigue a todos como un gran enemigo; estaremos juntos en el paraíso, porque trato de comportarme como niño en cuanto a maldad, pero no en entendimiento.
También podemos preguntar a nuestra abuel@, porque aunque Ud., no lo crea, para ellos no hay nada más bello que los nietos; pero eso será en el futuro cercano cuando nos volvamos a juntar.
La fotografía más vieja que pude conseguir fue la de bautizo con apenas 2 añitos. Las demás mi hermano mayor (Lalo) me las pico en “las mil un” combate que nos dimos. Continúo teniendo la sonrisa.
Wilfredo Rangel Conopoy 8-9-1974
Conversación por whatsapp, con mi madre cuando le dije que estaba haciendo un post de mi infancia:
-<<¿Cómo era yo mamá hasta los 4 años?>>-<<siempre fuiste más audaz que tu hermano mayor (Lalo) y cuanto tu padre jugaba con Uds., Lalo siempre salía llorando y tu papá lo echaba.>> – <<muchacho llorón vete de aquí>>-<< y se iba conmigo, nunca quería andar con Lalo>>
Sigue escribiendo mi madre; un diciembre tu padre se iba para Caracas sólo y yo le dije: -<<llévate a los niños>>, y me contestó: -<<sólo a Wil.>> yo no lo dejé, le dije:- <<vete sólo entonces, yo me quedo con mis hijos>>
Continua narrando mi madre; << yo era la que salía con Uds. los llevaba a los parques como el Parque del Este y a Guatire por días. Tu papa nunca salía con nosotros jamás, sólo con sus amigos y cuando llegaba, sólo traía basura que recogía en la playa (juguetes).
-<<¿Mama yo era como mi primo Eduardo Ceballos?>> -<<no hijo ni Dios lo quiera! tú eras aplicado en la escuela siempre, tu hermano Lalo era inteligente, pero flojo. Y tú eras un mono.>>
-<< Tenías 4 años cuando te caíste de un primer piso, y caíste ensartado en una reja; pensé que habías muerto, porque las dos cabillas te penetraron a cada lado de los ojos.>>
Por esta razón mi madre un día tomó la decisión de irnos de casa y se fue de Guarenas (Las Clavellinas) a Higuerote, exactamente en las tierras donde está ahora el Club Aguasal; que era de mi abuela.
Entonces pasamos un año viviendo en la playa, éramos tres ahora, Lalo de 6 años, yo tenía 4 y en camino mi hermana Francis. Allí me bañaba todos los días en la playa; éramos libres, corríamos, caminábamos todos los días por la playa recogiendo jugueticos en la orilla, comíamos uvas e hicacos. Aprendí a manejar bicicleta, aprendí los números jugando bingo, etc.
Cuando tenia 5 años me estaba comiendo un maní salado escondido del negocio de mi abuela y me descubrieron, mi abuela me persiguió por toda la playa para darme unos correazos (una correa de cuero de una palma de mi mano de ancho) y no pudo alcanzarme o no quiso alcanzarme, pero eso nunca lo olvidaré, me enseñó a no ser ladrón.
Eduardo Ceballos Rangel , murió en accidente motociclismo a los 17 años de edad, por ser desobediente a sus padres. Mi tía se le ponen los ojos llorones cada vez que me ve, nos parecíamos mucho- Físicamente y en tremendura.
Eduardo mi primo y de fondo un mueble con una colección de lp que nos regalaron, el jugaba mucho conmigo, pues pasábamos las vacaciones en el Junquito. De hecho me enseño muchos trucos de magia, se lo hago a mi hija. Me ahogaba con la almohada y su mayor tesoro era un galón de metras full y nos ponían a bailar. Dice mi madre:
-<<Nuestros primeros muebles, lavadora, televisor, y tocadiscos, me los regalo su padre Roger Ceballos, nunca se me olvidara. Le tengo gran aprecio.>>
LEGO
Teníamos los mejores juguetes, pistas de carrera eléctricas, patinetas, aviones, helicópteros, todo lo que un niño podía soñar. Pero nosotros preferíamos volar papagayos, hacer balsas de bambú y anime y pasear por los caños y ríos, Nos gustaba la selva, la aventura, Pero no teníamos un Padre y mi madre solo trabajaba, para darnos lo mejor, ella es padre y madre. Le doy gracias por darnos lo mejor que pudo.
Cuando empecé en kinder me quedaba muy lejos el colegio, entonces nos mudamos de nuevo, a la calle democracia cerca del colegio Carmen Guédez. Y todavía no había terminado el año, cuando mi madre compró una casa en un barrio lo más alejado de la civilización para ese entonces, el barrio Santa eduvigis, era lo más lejos que había en Higuerote; entre el Caño leal y el rio Curiepe, y a mitad de una hacienda de cocos, cerca de los canales artificiales de Puerto Encantado y la playa.
Me inscribieron en 1er grado en la Escuela Gabriel Emilio Muñóz, una escuela grande, donde desarrolle mis habilidades para correr, trepar y saltar. Al regresar de la escuela tenía que hacer las tareas, yo sólito, sino, me daban la pela del siglo, y luego la maestra me daba con la regla, me pellizcada y hasta me llego a lanzar el borrador. Un día me pregunto con el libro Angelito -La "m" con la "a" dice: y como dude en responder, me dio un pellizco que jamás lo olvidaré, juré que más nunca me tocaría, por supuesto no existía la Lopna; lo que existía era la correa. En la próxima clase me preguntó la "m" con la "a" ma, me mi mo mu; más nunca me castigaron por tarea alguna, eso sí odiaba la caligrafía con todo mi ser, pero igual las hacia.
Después de hacer mis tareas nos íbamos al rió, a la playa, al caño, a cazar pajaritos, a los canales, siempre en compañía de los amiguitos del barrio que llevaba sobrenombre Tropezón del Diablo. Era una calle de tierra de playa donde vivían muchos niños, jugábamos metras, peloticas de goma, fusilado, el escondite, las cinco piedritas, policía y ladrón. En el rió jugábamos pido, la ere paralizada, y la famosa pancada. Nos íbamos por todo un cocal buscando frutas, pescábamos camarones, comíamos muchos cocos, mangos, guayabas, cocoe’mono, pomagas y peras de agua, cambures, pero lo que más me encantaba era la avellana del coco, es decir cuando la semilla de coco está retoñada
FUENTE
Una vez arrancamos del cocal 100 cocos, que no los iban a pagar a un bolívar y nos embarcaron y empezamos la competencia de conseguir la más dulce, abríamos el coco retoñado y sacábamos una esponja blanca que tiene dentro que nosotros llamábamos avellana. En otros sitios la manzana de coco, es algo que tienen que probar antes de morir.
Éramos unos niños libres, pero teníamos que cumplir con varias obligaciones, primero: las tareas, segundo: los oficios de la casa (fregar, coletear, cera y pulidora) y tercero: cuidar a la más pequeña, cuando no teníamos quien nos cuidara,y las que nos cuidaban no duraban mucho, eramos invencibles. Solo nos venció una sola mujer Eloina de Panaquire.
Fotografía de 1er Grado y 6to Grado,
Con todas las vicisitudes que conlleva crecer en una familia monoparental, en un barrio, en escuelas públicas con maestros estrictos. y solos en grandes aventuras, como monear el cocotero mas grande y alto del cocal sin ningún tipo de seguridad y ver chiquito un edificio de 14 pisos, no tiene precio.
El #Reto12Votos está diseñado para que todas las personas ganen. Se trata de leer, comentar y votar por otros participantes del reto que harán lo mismo a cambio. Conoce las reglas del#Reto12Votos en este enlaceobserva el ejemplo y participa.
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