Sobre La Comedia Humana (Tomo IV) de Honoré de Balzac (1799-1850)

Resulta interesante en estas novelas la alternancia de una detallada descripción de los lugares, trajes, fisonomías junto al también detenido ahondamiento psicológico de los personajes.
Dibuja el novelista las ciudades y pueblos de la Francia del siglo XIX, los hábitos de los aristócratas, sus vidas en los salones, los amores, los diversos refinamientos culinarios, del vestir, los retorcimientos de los tratos sociales, las hipocresías, los engaños sutiles o rapaces, los diferentes juegos entre los ingenios y los ingenuos, los sabios y los provincianos, consiguiendo mostrar a un mismo tiempo almas y salones, ciudades y palacios, adentrándonos en la vida íntima y cotidiana del pueblo francés, aunque sería más preciso afirmar que de los nobles franceses.
Hay en Balzac un deleite evidente al expresar sus espacios, sus espíritus, sus aficciones, sus grandezas y elevaciones, así como sus bajezas y debilidades. Estamos ante un hábil narrador que teje sus entramados humanos con gran maestría de prestidigitador. Tal vez para nuestras sensibilidades modernas, habituadas a un trazo más ágil, estas novelas puedan resultar un tanto farragosas, pero no diría que esto fuese una debilidad de Balzac, sino de nuestros ojos, ajustados a otros gustos por el hábito al cine y a la televisión, en fin, a las diferentes artes de la imagen.
En la novela "Beatriz" en concreto se nos narra la rivalidad entre dos bellas mujeres aristócratas, independiente y libre una, la otra caída en desgracia por haber huido de su casa conyugal junto a un amante al que ya no ama. Las enfrenta el amor hacia un joven bello, aristócrata también y de provincias, por el que combaten bajo la máscara de la amistad. Entre sus frases más penetrantes, la siguiente: “Un fenómeno digno de notarse y que, sin embargo, no lo ha sido es el modo como sometemos nuestros sentimientos a una voluntad; como contraemos una especie de compromiso con nosotros mismos y nos creamos nuestra suerte. Puede que el azar no tenga tanta parte en nuestra vida como nos creemos”.( 181)
Es frecuente en estas novelas ese talante reflexivo que adelanta juicios o pensamientos respecto a las acciones de los personajes, así el Joven y bello Calixto elige, decide amar a Beatriz con toda la entrega y el frenesí de sus años mozos.
En otra novela de esta comedia humana que recoge toda su obra, "Gobseck", se cuenta la historia de uno de los seres más despreciados de la sociedad, el prestamista y cobrador, que siempre aparece investido de los rasgos más innobles y miserables, en parte por su poder para destruir tanto a buenos como a malos, hablando de modo maniqueo. “La felicidad consiste , o en emociones fuertes, que gastan la vida, o en ocupaciones reglamentadas, que la convierten en un mecanismo inglés, que funciona a tiempos regulares” (543-544), así le expresaba este prestamista a su vecino, un joven estudiante de leyes, como entendía él la vida.
En otro momento de "Grandeza y decadencia de César Birotteau, perfumista", alegará, refiriéndose a los valores burgueses en sutil contraste con los valores de la nobleza, y mientras describe a Césarine, la hija del perfumista: “Aquella muchacha encantadora inspiraba amor sin dejarle tiempo a nadie para que se fijara en si tenía ingenio suficiente para que ese amor pudiese ser duradero; pero ¿De qué vale eso que se llama ingenio en París, en una clase en donde el principal elemento de la dicha es el sentido común y la virtud? (101)”, así planteado se puede señalar a Balzac como un talentoso observador de la vida parisina, que penetra con su pluma hasta las fibras interiores de las clases sociales (sobre todo la burguesa y la aristócrata) para contarnos sus alegrías y desdichas. fotos viajes jesús y yo 741.jpg

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