Entre risas y divertidas piruetas se ocultó
Se le veía pasar de un cuerpo a otro, entre leones y elefantes
Entre pelotas gigantes y bailarinas suspendidas en el aire
Entre algodón de azúcar y viejos parlantes.
¡Vaya espectáculo ha dado el bufón!
Iba creando un camino de sangre,
Con su oz de plata, sus manos blancas y su vestido escarlata
Su sonrisa quitó la inocencia de la dulce risa
Calmó los aplausos violentos ante tal acto
Solo se escuchaban los gritos desesperados de una madre
Los gritos desgarradores de una niña
Y los huesos triturados en boca de una sonrisa
Sonrisa del león, sonrisa del bufón, sonrisa de muerte,
Que ha burlado la suerte.
¡Vaya espectáculo ha dado el bufón!
Ya no hay risas ni piruetas, solo esa sonrisa… esa sonrisa perversa.
“Ojos de bufón, que ya no brillan, que ya no brillan”
Cantaba la niña tomando la mano de la muerte
“Manos de bufón, que ya no giran, que ya no giran
Que será de mí sin ti, bufón, que ya no giras, que ya no giras”.
¡Vaya espectáculo ha dado el bufón!
¡Pero eso no ha sido todo! ¡Mirad!
Estaba en bufón de cabeza, ante una reina,
Reina de los aires, de las piruetas y los malabares
Tan galante se creyó el bufón, que la enamoró
Cayó, cayó y derramó su cuerpo en el suelo, el público huyó.
“No valoran mi humor” pensó el bufón, que había sido descubierto
Y sin miradas que lo admiren, ahora pasea libre,
Regalando las últimas sonrisas de sus vidas.
Aunque de muerte se hable poco, es el destino de todos.
¡Vaya espectáculo ha dado el bufón!
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