-El silencio de un poeta.
Las olas han borrado tus huellas,
ya tu piel no se encuentra con ellas.
Están en lo profundo del mar,
a donde jamás podré llegar.
Ahora, solo el viento me susurra tu sonrisa
con una llovizna salada
que me empapa
que te largas,
sin decirme nada.
Después, solo quedó el azul en mi cielo,
un infierno en mi suelo
a lo lejos,
de tus calmados besos.
David D. Leplaid | El silencio de un poeta;