¡Hola queridos amigos de Steemit! En esta oportunidad deseo compartir con ustedes un artículo que escribí para mi portal República del Cine sobre los detalles en el lenguaje del cineasta Krzysztof Kieslowski, espero sea de su agrado.
Para nadie es un secreto que los grandes directores son, indiscutiblemente, unos maestros del detalle. Sus ojos han de anteponerse a la visión del espectador y la crítica, pues son demasiado minuciosos para dejarse ver un error fácilmente. Por el contrario, les encanta “suministrar sorpresitas”, de esas que enloquecen a los cinéfilos y, en general, a la audiencia. Su obsesión con la prolijidad, es morbo y placer; es el néctar que todos los realizadores desean beber.
Naturalmente, el director polaco del hito la Trilogía de los Colores (Trois Couleurs), que todo amante del cine debe ver; es uno de los eruditos del detalle, en especial, en sus últimas cuatro películas: La double vie de Véronique (1991), Bleu (1993), Blanc (1994) y Rouge (1994). Y, sin fanatismo “religioso”, Krzysztof Kieslowski es una escuela de cine, cuyas masterclass abordan la preponderancia del color, la complejidad del personaje femenino, la fotografía como personaje, el empleo del recurso musical, entre otras grandiosas lecciones.
Por ejemplo, en Bleu de la trilogía de los colores, Kieslowski propone hacer un acercamiento íntimo con ciertos detalles alcanzados de la cotidianidad, como observar en los ojos de alguien una silueta, apreciar el goteo del aceite de un carro o cómo un blanco terrón de azúcar cambia a color marrón con sólo sumergir una punta en el café; si eso no es poético, desconozco qué puede serlo.
Otros recursos visuales del polaco, consisten en desarrollar empatía hacia los personajes a través de su universo personal, mostrado únicamente por medio del lenguaje visual; es decir, él no siempre usará el diálogo para hablarte sobre la intimidad. Una ejemplificación, para entender de qué les platico, es cuando te hace fraternizar con el dolor de la protagonista, al verla someter su mano a una masacre, paseándola por toda una pared rocosa; con esta última, Krzysztof consigue que también te duela.
Igualmente, en el mismo filme, el color es constante y significativo; por sí solo grita soledad, desesperanza, miedo, dolor y rencor. El azul muestra a una Julie Vignon (Juliette Binoche) que lo ha perdido todo, no solo a su familia, sino también a ella misma. Entonces, el tono azulado es quien más revela el universo de la protagonista.
Si todavía no confías en la habilidad de Krzysztof Kieslowski para expresarse magnificente con el detalle, a continuación compartimos un video recopilatorio sobre Bleu, que contiene las prolijas imágenes del visionario director, publicado en Vimeo por la cuenta Glass Distortion.
