por el cual mi alma
susurra una voz,
voy saliendo de tu pecho,
casi puedo respirar.
Y sentir lo que aclama mi corazón,
¡Ay de mi piel!
fría cada vez más,
realmente a tu lado la vida se escribía,
se exclamaba,
en ti podía nacer.
Pero se rompe,
la inestabilidad de tus brazos
me plasma en el piso,me derrite,
me vuelvo un punto infinito
que gira sin un sentido fijo.
Arrebatando al existir,
la posibilidad que se encuentra en un escrito,
el nacimiento de un verso marchito,
es lo que vas dejando,
desgraciada mi vida en un minuto.
Volveré a esperar,
y es que ya no tengo nada que perder,
lo aposté todo
en ti mi vida se fue,
hay en mis ojos una lágrima,
de ella no puedo hablar.
Christian.C