eres el destructor de nuestro edén,
escupes mis naranjos,
me arrancas con tus manos,
triste kodama de verano.
Fluye tu ira
cada vez más sangrante,
me hallo en tu mira,
perforas tu pulmón palpitante.
Planta que brota sábila colora,
sangre que devoras
mientras nuestros árboles perforas.
Hierve mi lamento,
eres un ser repulsivo,
sin satisfacción
en tu indiscriminada ocupación.
Kodamas cerca del lago
se reúnen
versificando un plan malvado,
tu frío actuar con seres verdes e inertes,
será un búmeran
de dolor hacia tu gente.
Matas tu vida
aun sabiéndolo,
nos dejas una herida
depredada la Amazonía.
Luego ya no habrá una salida
tu mismo cavarás tu tumba,
y te unirás a mis tierras vencidas ,
te volverás un árbol sin maduración.
Somos dulces y a la vez amargos ,
media luna
que te llevará hacia a la hambruna
Kodamas grises y enfandados
por tu accionar en nuestro bosque sagrado,
esperando el momento propicio.
para hacerte ver
cómo buscas tu suicidio.