Viéndome al espejo con una sonrisa dibujada en la boca me dije a mí misma, yo me amo, Dios me ama. Muchos de los seres humanos andamos por el mundo buscando direcciones y rumbos sin una dirección precisa, algunas veces productos de nuestras decisiones tomamos caminos incorrectos que nos llevan a lugares o destino no deseados, haciéndonos caer en situaciones o circunstancias bastantes complejas. Dios a pesar de ello, teniendo misericordia por nosotros no nos deja solos en estos trances que el destino nos coloca. A pesar de tomar caminos que algunas veces no son los correctos ahí está Él nuestro padre celestial, cuidándonos, protegiéndonos y por sobre todas las cosas amparándonos frente las adversidades. Vivimos momentos sumamente difíciles donde nuestra Fe nos pone retos sumamente grandes y es allí donde se pone a prueba la misma.

El Amor de Dios hacia nosotros los humanos, es incalculable, pecamos, ofendemos, hacemos daños y a pesar de ellos Dios entregó por Amor a su único Hijo nuestro Señor Jesuscristo para que con este acto no nos perdiéramos en el valle de la muerte y tuviéramos oportunidad de inscribir nuestro nombre en el libro de la Vida.

Hay momentos en que en busca de esas respuestas Dios me habla y me demuestras con acciones que Él está ahí a mi lado, cuidándome y protegiéndome de todo mal. Las pruebas que se han presentado en mi camino me han fortalecido y han hecho de mí una mujer más fuerte y determinada.

Cada día que pasa y tengo la oportunidad de respirar, alimentarme y disfrutar de mi salud es producto de ese infinito Amor que el me tiene, estoy seguro de esto y sé que Dios a cada paso que doy está caminando juntos a mi lado.

Soy una mujer bendecida y gratificada con su Gracia, estoy ungida con su Amor y misericordia. Más allá de las situaciones en las que nos envuelvan las tribulaciones siempre doy Gracias a nuestro Padre Celestial por ser una fuente de Luz, inspiración y de Amor en mi vida.

Emprender - Crecer - Agradecer - Vivir - Amar