Malas costumbres (Breve historia)

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Inconcluso

Faltar a clases era mi costumbre más sentada, entre profesores aburridos, lo repetitivo del sistema educativo y la insistencia de mis compañeros por usar máscaras que los hacían sentir menos miserables, está azotea era de lejos mucho mejor. Aún venia a las clases a pesar de esperar siempre el mismo resultado, guardaba aún esperanzas de algo, algún evento que para descontrolada está agónica rutina; salir de casa, entrar a la primera clase, abandonar al segundo timbre, estar en la azotea hasta que considerada conveniente, ir al trabajo, llegar a casa y esperar al día siguiente. Consideraba incluso saltar, por simple aburrimiento, era una caída de 3 pisos, podía no ser letal, dejaba caer objetos en ocasiones, para escuchar el crujir de sus piezas esparciéndose en el impacto. Me preguntaba si mi cuerpo se rompería del mismo modo, si vería mis muñecas desprenderse de mis brazos a metros de distancias y entre esos pensamientos morbosos estaba en la azotea, la primera vez que escuche su voz, fue un simple saludo. Se inclinó un poco en mi dirección, Pero manteniendo distancia entre nosotros, hizo un gesto amable y juvenil, era hermosa, llevaba el cabello suelto, y ondeaba con el viento de la altura, -¿puedo hacerte compañia?- dijo, y sin que le diera una respuesta se estaba sentando ya a mi lado. -la brisa es liberadora, y la vista desde aquí hace sentir poder, como si pudiéramos hacer cualquier cosa... ¿no crees?- - si, todo parece diminuto, podemos imaginar que atrapamos todo con sólo extender las manos - dije mientras representaba el gesto que describía, tras eso extendí mi brazo en su dirección con y me presenté -Soy Edgar, ¿a ti que te trae a las alturas?-. Respondió mi gesto mientras decía - Es un secreto Edgar, Pero pronto lo sabrás. Soy Charlotte- El resto de la conversación fue típica dentro del atípico ambiente, reímos un poco y acordamos vernos al día siguiente. Ese evento era lo que esperaba de algún modo, me empezó gustar la idea de continua con la rutina si Charlotte formaba parte de ella; y así fue al siguiente día, y el siguiente, y después. Toda una semana que me había hecho volver a apreciar todo, ver con cierta alegría las máscaras de mis compañeros, e incluso conseguir hilarante los discursos ideológicos entre las clases de los profesores. Llego el fin de semana y no esperaba verla, en nuestras últimas conversaciones ella me invito a ser mejor alumno, y asistir continuamente a clases, Así que durante la hora en la normalmente estaría viendo los edificios desde la altura, vi un cuerpo caer por la ventana del salón. Los gritos y el pánico se apoderaron del instituto... todos bajaban corriendo a la acera donde ahora estaba su cuerpo, gravemente lesionado. Yo en cambio corrí al techo, donde bajo un par de zapatos estaba una nota que ponia "Para Edgar, mi secreto"

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