Luis Maldonado Venegas, un político mexicano se expresó acerca de la opinión pública diciendo “si reflexionamos sobre el significativo peso que la opinión pública tiene o debe tener en el desempeño de un Estado democrático, advertiremos que para ello debe reunir niveles educativos y culturales de calidad y estar informada de los asuntos públicos, ya que se trata de la expresión ciudadana sobre cuestiones de interés común. Pero, ¿qué calidad puede tener una opinión pública sin acceso a la cultura y a la educación? ¿A quién beneficia una opinión pública desinformada? ”
“Un Estado democrático está obligado a garantizarle a la opinión pública derechos y libertades que le den fortaleza y calidad, a fin de que haya peso ciudadano en las cuestiones del gobierno. Y si la opinión pública implica el ejercicio de libertades de pensamiento y expresión, es necesaria la no intromisión del Estado en sus funciones. Tan necesaria como la existencia de medios de comunicación plurales, libres, independientes, que reflejen genuinamente la diversidad social de la opinión pública”
En Venezuela, la opinión pública ha perdido su objetivo con el paso del tiempo, los ciudadanos se dejan llevar por informaciones parcializadas, sin sustentación, expuestas en medios que son extremistas: de oposición o pro-gobierno. Los términos opacidad y transparencia están relacionados a la democracia y al acceso a la información. Si las noticias muestran una inclinación política y el ciudadano no se encarga de verificar la veracidad de dicha información opinará de forma errada sobre hechos contaminados. La realidad del país obliga a informarse por medios alternativos, en su mayoría digitales, que suelen tener menos restricciones, mayores libertades y con los que también hay que andar con cuidado porque con el tema de la inmediatez el lector suele caer en un círculo vicioso donde comparte todo lo que lee sin saber si es cierto o no. Como lo dice Maldonado, una opinión pública sin acceso a la cultura y a la educación no puede tener ninguna calidad porque la realidad está distorsionada, los medios televisivos, periódicos y emisoras publican ciertas informaciones y otras no, está de parte de cada quien buscar los medios adecuados para informarse pero mientras se oculte información gran parte de la población corre el riesgo de no conocer lo que sucede realmente.