Revisando el feed del blog de mi hijo vi la publicación de su trabajo fotográfico, algunos años atrás no me hubiese imaginado cual era la verdadera vocación de él, que lo apasionaba, lo llenaba e inspiraba, pero sus publicaciones hablan por sí sola.
Todo esto me hizo recordar cuando recién mi hijo terminaba su bachillero, su papá insistió mucho que hiciera vida militar ingresando en la escuela naval. Él no se mostraba muy entusiasta, pero su papá vivía constantemente diciendo que si se hacía militar iba a tener resuelto su futuro, porque tendría una carrera a muy corta edad más los beneficios económicos que esta le suministraría.
Él hablaba de lo bien que le iría, lo fabuloso de enlistarse en la milicia, le contaba como la había pasado cuando él (su papá) había estudiado en la escuela militar. Decía que no había sido un militar de carrera por una debilidad de su mamá que lo retiro de la escuela militar por una pataleta que hizo cuando tenía 11 años.
A la final mi hijo por ser un adolescente accedió a complacer a su papá y realizó las pruebas para ingresar a la Naval. Veo las fotos del día en que fue entregado a la escuela Naval y en ellas se visualiza la cara de felicidad de su papá, porque su hijo se convertiría en un hombre y al mismo tiempo el rostro inexpresivo y mirada triste de mi hijo.
Pasadas 3 semanas mi hijo llamo a la casa informando que había pedido la baja, esta noticio le cayó como un balde de agua fría a su papá y reaccionó con mucha molestia y frustración, aunque trataba de disimular delante de mi hijo. Lo único que sé, es que mi esposo nunca le pregunto qué deseaba él y si quería ir a la escuela militar. Solo impuso su verdad y quiso vivir a través de su hijo los sueños y anhelos que no pudo cumplir, quien en realidad deseaba ser militar era mi esposo. Por eso su descontento y frustración al no verlos cumplidos a través de mi hijo.
A veces los padres, reflejan en los hijos sus anhelos o ven en ellos la culminación de los sueños que no cumplieron a lo largo de su vida. De esta forma querer que tu hijo estudie una profesión que solo a ti te gusta, que desarrolle un deporte en particular, que sea un poeta, músico o actor, algo que siempre quisiste para ti y que nunca cumpliste, no es la mejor forma de satisfacer tu espíritu. Pero qué pasa cuando tu hijo se reúsa a complacerte en cumplir tus sueños deprimidos.
Te molestas, te deprimes, es un mal hijo, no es tarde para que seas un artista, tomes clases de piano, juegues beisbol, cantes, seas bailarín, escritor. Toma en tu vida la batuta de tus sueños y hazlo realidad, date el regalo de ser feliz. Repites a cada rato lo orgulloso que estas de tu hijo, es todo lo contrario…. siéntete orgulloso de ti.
Cando veo los frutos de mi hijo me siento orgullosa de mí, por lo que he logrado a lo largo de mi vida
@aurazusanli