No es muralla… [Cuento breve]

Un abrazo #Steemados amigos  y amigas:

Contrario a mi costumbre de madurar un poco las historias antes de presentarlas,  hoy les voy a entregar un #CuentoBreve recién salido del tintero, o mas bien del teclado. Resultó de un proceso de inspiración inmediato que fue aprovechado y me permitió escribirlo en un tirón.

"La vida te da sorpresas/ sorpresas te da la vida". Rubén Blades (fragmento de la canción "Pedro Navaja").

No es muralla…

Por: Arturo Pérez Arteaga:.

 

“La muralla” me dijeron sus amigos que era su apodo cuando me interesé por el nombre de aquel señor, no sin algo de malicia, pero esto no despertó en mí ningún tipo de inquietud. Al ser el nuevo en el grupo preferí no pecar de indiscreto o curioso y en ese momento no quise indagar mas allá.

Con el paso del tiempo, las relaciones interpersonales se fueron estrechando y aquel señor al que apodaban de manera peculiar me demostró ser un ser humano excepcional, buen amigo, compañero y trabajador, de una docilidad  y amabilidad envidiables, incluso en las situaciones de mayor dificultad.

Una tarde en la cual el ocio lo permitió, tras una taza de café me atreví a interrogarle sobre la razón de tan peculiar apodo. En ese momento fuimos interrumpidos por uno de nuestros compañeros que me dijo que se trataba del nombre artístico  que le dieron cuando era joven  y se dedicaba a la lucha libre.

Salvo por el gran tamaño que tenía, el señor no mostraba las características de un luchador, pero ante su silencio acepté como válida la aclaratoria. En adelante, ya con mas confianza y como símbolo de respeto y admiración a su pasado de gloria en un ensogado luchando contra otros gladiadores, también comencé a llamarlo de esa manera.

Algo de tiempo transcurrió para que al equipo llegara otra persona y yo dejara de ser el nuevo del grupo, me tocó hacer los honores de la presentación. Para esto me hice acompañar por el recién llegado y fui de cubículo en cubículo presentándolo a todo el mundo.

Al llegar al escritorio de “La muralla” luego de la introducción formal, me tomé el atrevimiento de hablarle al nuevo de su apodo y la razón del mismo, haciendo referencia a un pasado de glorias en la lucha libre.

No sé cuál fue la razón, ni por qué lo hizo en ese momento, pero “La muralla” me interrumpió y nos dijo a ambos, un poco sonrojado al principio y muy orgulloso al final, que realmente si había algo de cierto en su pasado asociado a la lucha, pero era mas bien una costumbre de encontrarse desnudo cuerpo a cuerpo con otros hombres, no en un ensogado, sino en una cama y antes de esos encuentros, al igual que los luchadores, se despojaba de su peluca, el maquillaje y el vestido escogido para la ocasión.

Era allí donde había ganado su apodo, pero al respecto aclaró que era “La Mireya” y no “La muralla” como me lo  habían dicho originalmente.


APA:.


 
Fuente de la primera imagen  
 


Fuente de la segunda imagen 

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