Lecciones por pelear a puños

Desde siempre he evadido meterme en peleas, en especial en mi país que no sabes si la otra persona puede traer una pistola o un cuchillo; también hay otro factor a considerar, en los tiempos de mi padre, si dos hombres se peleaban a puños para resolver sus diferencias, lo hacían en combate justo uno contra uno, sin apoyo externo, armas y lo más importante, sin venganzas en el futuro por parte de ninguno... hoy en día no es nada como aquella época..

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Enfrascarse en una pelea es algo serio, en especial cuando ya eres un adulto - lo que sea que eso signifique - del cual se espera un comportamiento adecuado. Además, si te lastimas o hieres, ya no te recuperas tan rápido como cuando tenías 16 años. Tampoco habla muy bien de ti que asistas al trabajo con un ojo morado o una nariz hinchada.

Para no hacer el cuento largo, pelear no es bueno para ti, sin importar las circunstancias.

Pero hay ocasiones en las que no puedes evitarlo.

No soy una persona que busca pelear, pero tampoco soy alguien que huye de una pelea. Fui criado para defenderme y responder cuando me atacan. También fui educado para evitar pelear a toda costa, a intentar usar la razón, lógica y política para evadir que una discusión se vuelva una pelea, y que los puños hablen más que las palabras.

En mis ños de infancia y juventud practiqué Tae Kwon Do por 8 años - mi cinta no tiene relevancia aquí, pero tengo bastante experiencia - y me he enfrascado en algunas peleas callejeras - nunca comenzadas por mí - así que puedo decir que no soy un amateur en esto, con lo cual he aprendido algo: Una vez que entiendes que una pelea puede tener consecuencias muy negativas y terminar en tragedia, comienzas a buscar cualquier alternativa antes que llegar a los golpes.

La cosa es, cuando te das cuenta que no estás hecho de vidrio y que puedes aguantar algunos golpes sin caer, empiezas a perder el miedo a pelear, ya no te aterra que alguien te ataque a puño limpio. Esto puede ser bueno de cierta manera - por ejemplo, a mi no me gustaría que mis hijos huyeran de una pelea - pero también puede ser negativo, porque comienzas a dejar de *cuidarte*, empiezas a tomar riesgos que antes no tomabas.

Pero seamos sinceros, en una pelea callejera no hay reglas, tus habilidades cuentan para poco y es mas un asunto de agarrar desprevenido al otro para salir victorioso. En las peleas callejeras lo más importante es el peso, después el elemento sorpresa y al final, la habilidad. La astucia y pericia son casi inexistentes en una pelea callejera, principalmente porque hay demasiados elementos fuera de tu control y demasiadas variables entran en juego. No es un ambiente controlado como un torneo de artes marciales o un ring de box.

Como el viernes anterior, en el que alguien me agarró desprevenido y me golpeó.

Fue mi culpa. Siempre, siempre estoy en constante *modo de alerta*, prestando atención a mis alrededores, tomando notas mentales de todo lo que ocurre a mi alrededor, observando cada detalle del lugar y las personas que me rodean, mirando a mis espaldas cada tanto - por ejemplo, si voy a un restaurante, siempre me fijo cuants personas hay, cuantas salidas existen, si hay cámaras y siempre me siento sin dar la espalda a la puerta de entrada, de preferencia con ua pared a mis espaldas - y procuro nunca estar distraido con el celular cuando estoy en un lugar público.

Llámame loco o quizás es que he visto muchas películas de espías cuando era más pequeño pero así soy hoy en día. Es cansado y a veces bajo la guardia; usualmente cuando la gente baja la guardia es cuando los accidentes ocurren.

El viernes me encontrada muy feliz tomando tercer Cuba Libre con mi hermano en un bar aleatorio, cuando un tipo decidió que mi cara se veía golpeable y decidió atacarme.

Si hubiera tenido la guardia arriba y hubiera prestado atención a mis alrededores el tipo no hubiera tenido ni siquiera opoprtunidad de acercarse ami. Pero no lo hice y me logró golpear. No sé si me reconoció de algún lado, o si me confundió con alguien que le quitó a la novia en el colegio, quizás fui su bully en la primaria o tal vez simplemente estaba muy borracho, capaz que simplemente me eligió al azar. Un segundo después de su golpe, le regresé el favor, al estar tan ebrio se cayó hacia atrás, los de seguridad se dieron cuenta y lo sacaron del bar, no pasó a mayores.

El verdadero aprendizaje aquí es que nadie de nosotros debe bajar la guardia en ningún momento ni lugar. Vivimos en un mundo muy loco en donde todo puede pasar y en cuestión de segundos nuestra vida entera puede cambiar por siempre.

La buena noticia es que, antes tenía problemas para respirar porque mi nariz está más dañada que la mente de James Wan, pero después del golpe que recibí, de pronto pude respirar mejor y al parecer ya no necesitaré cirugía, así que gracias, querido extraño borracho y agresivo, ¡arreglaste mi nariz! :D

Lección aprendida: Nunca bajes la guardia, presta atención a los detalles, sé consciente de tus alrededores, estate alerta y ...

Recuerda, Vive el Aquí y el Ahora

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