De pronto la casualidad hizo que ambos coincidieran en la misma noche, bajo la misma luna, cada uno muy distinto del otro, con pensamientos opuestos, mientras el solo quería una aventura de una noche, ella quería una historia de nunca acabar... Las intensiones eran obvias al solo verse a los ojos, pero aun así estaban dispuestos a arriesgar. Finalmente el cumple su aventura, ella apenas empezaba a creer que su historia comenzaba, pero en el algo cambio, no le basto con la aventura, quiso adentrarse a la historia dejando atrás aquella noche en la que solo salio a divertirse, fue en ese momento en que volvieron a coincidir sus miradas, pero por primera vez sus pensamientos... Ahora el y ella tenían las mismas intensiones, pasar aquella noche juntos, mañana tal vez, pero ambos estaban muy seguros de que era el comienzo de una linda historia...
La mayoría del tiempo los sentimientos entre las personas suelen ser distintos, pero siempre prevalece aquel que tiene las intensiones más puras.
