Carta a mi madre: Enero sin ti

Querida mamá. No sé dónde estás, no tengo noción de tu plano ni de tu condición. No sé que tan cerca esté tu alma de la mía, aún no tengo consciencia de estas cosas. Cada enero sin ti se torna complicado. Enero era el mes del temor, de las celebraciones y de los fallecimientos. Todos los eventos giraban entorno a tu nombre y a ti misma.


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Cuando te fuiste estaba en shock. Han pasado 4 años desde tu partida y sigo añorando aquellos abrazos, aquellos besos, aquellas miradas sin decir nada, aquella conexión tan bendita. No es porque eras mi madre nada más, es porque eras mi luz, eras parte de mí, y aún lo eres. Recuerdo aquellos sueños breves pero concisos donde estábamos juntas en una especie de parque verde, tú vestida de blanco. Por alguna razón siento que todos mis éxitos se deben a que eres mi voz interior, eres mi fuerza, mi luz, mi protección, mi guía.

Cuando te perdí estaba en shock. Pasaron los meses y no lo asimilé, aún sigo queriendo encontrarte. Recuerdo tus canciones favoritas, tus costumbres, tus bailes. Esas canciones que me cantabas algo desafinada, esos momentos de karaoke encima de la cama, con el control del tv de micrófono. La forma en que bailabas en cada navidad con mi familia, tus borracheras, tu incondicional amor. Esos platos con bisteck, lentejas con tocineta, arroz y mantequilla. Mi plato favorito.

¿Sabes? Creo que nadie pudo entendernos. Las cosas que pasaron no eran nuestra culpa, y nunca fue mi culpa, mucho menos tuya. Desde que comenzó enero, inconscientemente imploré un encuentro contigo; alguna señal, un mensaje, alguna persona, algún sueño. No sabes lo mucho que extraño tus abrazos, tus besos dulces, tu sinceridad, tus graciosas groserías, tu risa, tu vitalidad. Ese rostro que luchaba contra cada obstáculo, luchaste contra todo. No hubo enfermedad ni maldición que lograra eliminar tu fuerza, y es que eres tan ejemplar que no podría describirlo.

Dios mío, mamá. Cómo te extraño. Enero sin ti es un desierto curiosamente frío, con un cielo azul muy nublado y con el horizonte borroso. Enero sin ti, nadie ríe, nadie canta, todos lloran, en silencio. Madre, madre... Tus señales benditas y tus mensajes, tu conexión tan fuerte conmigo. Cómo te extraño, como te extraño...

Eres mi gotita de magia, mi inspiración, la voz interna. Nunca te vayas.


Gracias por leer.


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