LA MATICA DE GRANADA

Cuando yo era pequeña, en el patio de mi casa había una mata de granada. No es una fruta muy conocida, pero todos dicen que es muy medicinal, y debe ser cierto, porque mis hermanos y yo pasábamos todo el día comiéndola y nunca nos enfermábamos. Esa mata de granada, aparte de dar frutos durante todo el año, cubría con su sombra a casi todo el patio de la casa, y sus raíces servían de cuevas para nuestros muñecos y de montañas para los carritos. A medida que fue pasando el tiempo, se hizo necesario realizar ampliaciones en la casa, lo que ameritó que mi papá se viera en la necesidad de cortar la mata de granada. 

Mi mamá lloró muchísimo, porque decía que esa mata era como una hija para ella, pero no había otra solución: tenían que cortarla. Viviendo en la ciudad, se hace más difícil en esta época tener árboles en las casas, pero un día me regalaron una matica de granada. No tenía donde sembrarla, por lo que decidí hacerlo en la plaza que está frente a la casa. La matica “prendió”, y a los pocos días tenía hojas y ramas nuevas. Yo estaba muy contenta y todos los días la regaba. Un día tuve que salir, y al regresar, me encontré con que unos jardineros habían podado la matica de granada. Casi me puse a llorar… sólo le habían quedado las raíces! Mi mamá me dijo: “no te rindas, sigue regándola”, y así lo hice. Cual sería mi sorpresa al ver a los pocos días la matica retoñada de nuevo!. Le hice una protección con cabillas, y hoy en día la matica sigue creciendo. Espero verla bien grande y con bastantes frutos, para que todos puedan comerlos y como homenaje a mi mamá y en recuerdo a la bella infancia que tuve!    


En la página Pixabay encontré una foto de la fruta de granada, para quienes no la conocen

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