Relatos de Runaterra presenta: Jinx y Vi hermanas (Fanfic)

Jinx y Vi: Hermanas de armas

Jinx y Vi eran hermanas que vivían en las calles de Zaun, una ciudad industrial y caótica. Jinx era una niña traviesa y rebelde que le encantaba causar problemas con sus armas caseras. Vi era una chica fuerte y protectora que usaba sus puños para defender a su hermana de los peligros de la ciudad.

Un día, Jinx encontró un almacén lleno de explosivos y decidió divertirse un poco. Sin embargo, su juego provocó una gran explosión que destruyó parte de la ciudad y dejó a Vi atrapada bajo los escombros. Jinx se asustó y huyó, creyendo que había matado a su hermana.

Vi sobrevivió milagrosamente, pero quedó marcada por el incidente. Se culpó a sí misma por no haber controlado a Jinx y se prometió encontrarla y detenerla. Se unió a la policía de Piltover, una ciudad vecina y rival de Zaun, y se equipó con unos guanteletes gigantes que le permitían romper cualquier cosa.

Jinx, por su parte, se volvió más loca y descontrolada. Se dedicó a sembrar el caos en Zaun y Piltover, buscando llamar la atención de su hermana perdida. Se hizo famosa por sus crímenes y sus burlas a la policía, especialmente a Vi, a quien consideraba su némesis.

Durante años, Jinx y Vi se enfrentaron en varias ocasiones, pero ninguna logró capturar o matar a la otra. Sin embargo, un día, todo cambió. Jinx planeó un gran golpe en el museo de Piltover, donde había una exposición de artefactos antiguos. Vi se enteró de su plan y fue a detenerla.

Las dos hermanas se encontraron en el museo, rodeadas de reliquias y guardias. Se lanzaron insultos y disparos, iniciando una batalla épica. Sin embargo, en medio del combate, algo llamó la atención de ambas. Era una foto antigua de dos niñas abrazadas, sonriendo felices. Eran ellas.

Jinx y Vi se quedaron paralizadas al ver la foto. Recordaron su pasado juntas, cuando eran hermanas y amigas. Se dieron cuenta de que se habían echado de menos y de que se habían hecho daño mutuamente. Se miraron a los ojos y sintieron un nudo en la garganta.

Entonces, algo inesperado ocurrió. Jinx soltó sus armas y corrió hacia Vi. Vi hizo lo mismo y abrió sus brazos. Las dos hermanas se abrazaron con fuerza, llorando y pidiéndose perdón. Los guardias no podían creer lo que veían. Tampoco los espectadores que presenciaban la escena desde las cámaras de seguridad.

Jinx y Vi decidieron dejar atrás su rivalidad y reconciliarse como hermanas. Se escaparon del museo juntas, llevándose la foto como recuerdo. Se prometieron cuidarse la una a la otra y divertirse sin hacer daño a nadie más. Y así fue como Jinx y Vi tuvieron su arco de redención y su final feliz.

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