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No obstante, pese a mis creencias limitantes o sesgos cognitivos, hoy quiero compartir con todos ustedes, mis impresiones sobre lo que dejó este libro en mí, porque siempre he dicho que todo libro tiene algo que ofrecer. En este sentido, comenzaré con el primer acuerdo, el cual es Sé impecable con tus palabras. Este, aunque no es nuevo para mí, no deja de tener vigencia, porque no hay nada más contundente y fuerte que la palabra, puesto que, a través de ella, asentamos todas las cosas de nuestra vida.
Por medio de ellas, podemos prometer-nos, construir-nos e incluso destruir-nos. La intensidad de las palabras puede sacarnos de la oscuridad más desbordante y llevarnos a la luz donde reina la paz o volcarnos en la agonía, por eso, una de las recomendaciones dispuestas en este libro es, precisamente, tener cuidado con el uso de nuestras palabras, planteamiento con el que coincido totalmente. Sin embargo, no es fácil usarlas a nuestro favor por todo el montón de cosas que hemos acumulados desde niños, esas cosas que nos llevan a decirnos cosas negativas y a tratar mal a los demás.
Por medio de ellas, podemos prometer-nos, construir-nos e incluso destruir-nos. La intensidad de las palabras puede sacarnos de la oscuridad más desbordante y llevarnos a la luz donde reina la paz o volcarnos en la agonía, por eso, una de las recomendaciones dispuestas en este libro es, precisamente, tener cuidado con el uso de nuestras palabras, planteamiento con el que coincido totalmente. Sin embargo, no es fácil usarlas a nuestro favor por todo el montón de cosas que hemos acumulados desde niños, esas cosas que nos llevan a decirnos cosas negativas y a tratar mal a los demás.
Este primer acuerdo nos plantea, al menos, dos visiones. La primera relacionada con las cosas que construimos hacia nosotros y la segunda con lo que esas palabras reflejan de nosotros. Nada fácil, esto de asumir que así cómo nos tratamos, tratamos a los demás. Bastante complejo, pero sí hacemos un poco de análisis de las cosas que pensamos (y peor, nos decimos), bastará para comenzar a cambiar esa situación. No se nos enseña a reflexionar en torno a cómo nos tratamos, sólo nos concentramos en cómo nos tratan los demás dándole oportunidad al victimismo y, sin darnos cuenta, le otorgamos a los demás el permiso de destruirnos con sus palabras y peor aún, destruirnos a nosotros mismos con nuestras palabras.
¿Complejo, no? De todos modos, no está demás comenzar a tratarnos lo mejor posible. Liberarnos de los pensamientos negativos. Escuchar más, pensar menos, respirar antes de enunciar cualquier frase para no herir a los demás y enfocarnos en llevar palabras de aliento para ti y los demás.
El segundo acuerdo, No te tomes nada personal… Este me dejó pensando y mucho, porque, últimamente, he visto que mucha gente no sabe lidiar con los comentarios de los demás y estallar como una bomba. Son ese tipo de personas que asumen que todo los ataca, nadie los quiere, el mundo conspira en su contra y son incapaces de asumir que las cosas no se mueven con solo desearlas. Pero, no asumen que están en el lugar que están, porque no han hecho nada para salir de allí. Lidiar con las cosas que nos pasa, con las opiniones de los demás acerca de nosotros no es nada fácil.
Te pongo un ejemplo: La vecina que te ve y cada vez que lo hace te pesa. Es esa señora que sin medirse lleva un peso en cada palabra que emite. Tienes dos opciones: sacar la metralleta o ser lo más cortés posible y como no queremos faltarle a las leyes ni a Dios, pues respiramos y optamos por ser corteses. Esa acción comienza la a marcar diferencia entre esa persona y nosotros, porque, poco a poco, aprendemos que las cosas nos afectaran en la medida que se los permitamos. Eso es un arte, pero sí se puede controlar. Además de que también podemos hacer que el otro comprenda que lo que dice puede llegar a hacer daño. Hacerle notar que, además de nuestro peso, tenemos otras cosas que bien valdría la pena destacar. Eso, generalmente, los deja en el sitio y se van con toda su frustración y malas vibras a otro lado.
No todos dominan el sutil arte de hacerse el loco y tampoco todos los días se tiene la actitud para aceptarle ciertas cosas a las personas, por lo que es posible salirnos de control, pero, todo está en controlar nuestro temperamento y en cómo se dicen las cosas, por eso, fortalecer nuestro ser siendo impecables con nuestras palabras es tan importante, ya que de allí comienza nuestro crecimiento cuando asumimos que el mundo no está en contra de nosotros, que el otro trae consigo toda una cantidad de saberes y creencias que lo llevan a ser cómo es y que si no te gusta dónde estás tienes la posibilidad de salir de allí si lo decides.
El tercer acuerdo, No supongas nada, es otro de los aspectos que también me hicieron ruido y que siempre he puesto en práctica, porque suponer lleva necesariamente a caer en el rumor y éste al chisme que acaba por asentarse y crear opiniones basadas en falsas ideas. Cuando permitimos que el chisme se instale como centro de nuestra vida, le abrimos la puerta a los malos entendidos y la calumnia. Por otro lado, el acto de suponer nos lleva a pensar en historias que no existen y que es posible que nunca existan llevándonos al desgaste emocional y al sufrimiento, por lo tanto, dejar de suponer nos alejaría de eso. Idea con la que estoy totalmente de acuerdo, no conviene andar por allí creyendo cosas de los demás sin antes tener la certeza de eso.
Conviene preguntar, escuchar para crear la versión de nosotros mismos.
Por último, el cuarto acuerdo, hacer siempre lo mejor que se pueda, es un planteamiento que nos invita a esforzarnos por hacer lo que tengamos que hacer de la mejor manera posible y con la mejor disposición. Me gusta la palabra esfuerzo y no sacrificio, porque la última está ligada también al sufrimiento, puesto que sacrificarse implica dolor, dejar cosas, aguantar, pero esfuerzo implica moverse, hacer las cosas con la mejor aptitud y no rendirse frente a las adversidades, sino, simplemente, dar lo mejor de nosotros para hacer cualquier cosa.
Por lo tanto, esforzarse implica aprender, reorganizar las acciones si alguna no funciona, no perder el norte de nuestros objetivos y ser realistas. Ser realistas nos aleja de las falsas expectativas y de la frustración. Al mismo tiempo, nos invita a salir de nuestra zona de confort, porque nos obliga a dejar de postergar las cosas y hacer las cosas por hacerlas.
A diario, es posible encontrarnos con personas que no le ponen corazón a su trabajo y que andan por allí desmotivados, al igual que, también encontramos personas que dan su máximo esfuerzo con la intención de ser tomados en cuenta, es decir recibir una recompensa por lo que hace, lo cual también es otro sesgo que nos lleva a desistir de hacer las cosas bien y justo, ese es el centro de este apartado, ya que, hacer lo mejor que podamos no significa que tengamos siempre lo que queramos, porque puede suceder que nadie vea ese esfuerzo, pero queda el mérito de hacer siempre la certeza de que lo hicimos con la mejor intención posible y podrás seguir haciéndolo cada día, algún día, todo eso que hacemos rendirá frutos.
Por eso, todos los días tenemos la tarea de edificar con nuestras palabras, buscar la certeza en todo lo que nos rodea, aprender que ni el mundo ni las personas conspiran en nuestra contra y que siempre, siempre, hacer nuestro mejor esfuerzo, traerá bonanza y prosperidad a nuestra vida.
Saludos, mis amores.
Eng
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The Four Agreements by Dr. Miguel Ruiz offers the reader the explanation of four criteria considered by its author as a guide to live in the best possible way. This text stands out for its pleasant language, illustrative ideas and an eloquent hierarchy of each approach set out in it, a frequent characteristic in this type of self-help text and which ensures that the reader eager for change in his or her life discovers in each line a guide to do so. I am not particularly fond of this type of reading, but if there is one thing I have to admit, it is that they know how to handle the words needed to capture the attention of their audience very well.
Nevertheless, despite my limiting beliefs or cognitive biases, today I want to share with all of you my impressions of what this book left in me, because I have always said that every book has something to offer. In this sense, I will start with the first agreement, which is Be impeccable with your words. This is not new to me, but it is still relevant, because there is nothing stronger and more forceful than words, for through them we settle everything in our lives.
Through words we can promise ourselves, build ourselves up and even destroy ourselves. The intensity of words can bring us out of the most overflowing darkness and into the light where peace reigns or plunge us into agony, which is why one of the recommendations set out in this book is precisely to be careful with the use of our words, an approach with which I fully agree. However, it is not easy to use them to our advantage because of all the things we have accumulated since we were children, things that lead us to say negative things to ourselves and to treat others badly.
This first agreement presents us with at least two visions. The first is related to the things we construct towards ourselves and the second to what those words reflect about us. It is not easy to assume that the way we treat ourselves, we treat others. Quite complex, but if we do a little analysis of the things we think (and worse, say to ourselves), it will be enough to begin to change that situation. We are not taught to reflect on how we treat ourselves, we only concentrate on how others treat us, giving the opportunity for victimhood and, without realising it, we give others permission to destroy us with their words and worse, to destroy ourselves with our words.
Complex, isn't it? Anyway, it is not a bad thing to start treating ourselves as well as possible. Free ourselves from negative thoughts. Listen more, think less, breathe before uttering any sentence so as not to hurt others and focus on bringing words of encouragement to yourself and others.
The second agreement, Don't take anything personally... This one got me thinking a lot, because, lately, I have seen that many people don't know how to deal with the comments of others and explode like a bomb. They are the kind of people who assume that everything attacks them, nobody loves them, the world conspires against them and they are incapable of assuming that things don't move just by wishing for them. But, they don't assume that they are where they are, because they have done nothing to get out of it. Dealing with the things that happen to us, with the opinions of others about us is not easy.
Let me give you an example: the neighbour who sees you and weighs you every time she does. She is that lady who, without measuring herself, carries a weight in every word she utters. You have two options: take out your machine gun or be as polite as possible and as we don't want to break the law or God, we take a breath and choose to be polite. That action begins to make the difference between that person and us, because, little by little, we learn that things will affect us to the extent that we allow them to. That is an art, but it can be controlled. We can also make the other person understand that what he or she says can hurt. We can make them realise that, in addition to our weight, we have other things that are worth pointing out. That usually leaves them on the spot and they take their frustration and bad vibes elsewhere.
Not everyone masters the subtle art of acting crazy and not everyone has the attitude to accept certain things from people every day, so it is possible to get out of control, but it is all about controlling our temperament and how we say things, that is why strengthening our being by being impeccable with our words is so important, This is why strengthening our being by being impeccable with our words is so important, because that is where our growth begins when we assume that the world is not against us, that the other person brings with him/her a lot of knowledge and beliefs that lead him/her to be the way he/she is and that if you don't like where you are, you have the possibility to get out of there if you decide to do so.
The third agreement, Don't assume anything, is another of the aspects that also made noise to me and that I have always put into practice, because to assume necessarily leads to rumour and this leads to gossip, which ends up settling and creating opinions based on false ideas. When we allow gossip to become the centre of our lives, we open the door to misunderstanding and slander. On the other hand, the act of assuming leads us to think about stories that don't exist and may never exist, leading to emotional exhaustion and suffering, so stopping assuming would take us away from that. An idea with which I totally agree, it is not convenient to go around believing things about others without first being certain about it. It is good to ask, to listen in order to create the version of ourselves.
Finally, the fourth agreement, always do the best you can, is an approach that invites us to strive to do what we have to do in the best possible way and with the best disposition. I like the word effort and not sacrifice, because the latter is also linked to suffering, since sacrifice implies pain, giving things up, putting up with, but effort implies moving, doing things to the best of one's ability and not giving up in the face of adversity, but simply doing one's best to do anything.
Therefore, making an effort implies learning, reorganising actions if one of them does not work, not losing sight of our goals and being realistic. Being realistic keeps us away from false expectations and frustration. At the same time, it invites us to step out of our comfort zone, because it forces us to stop procrastinating and to stop doing things for the sake of doing them.
On a daily basis, it is possible to meet people who do not put heart into their work and who walk around unmotivated, just as we also meet people who give their maximum effort with the intention of being taken into account, i.e. receiving a reward for what they do, which is also another bias that leads us to give up on doing things well and fairly, This is the focus of this section, because doing the best we can does not mean that we will always get what we want, because it may happen that nobody sees that effort, but the merit of doing it always remains the certainty that we did it with the best possible intention and you can continue to do it every day, one day, all that we do will pay off.
Therefore, every day we have the task of building with our words, seek certainty in everything around us, learn that neither the world nor the people conspire against us and that always, always, do our best, will bring goodness and prosperity to our lives.
Greetings, my loves...