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¿Qué es la realidad? Una pregunta que ha cautivado a filósofos, científicos y artistas durante siglos. ¿Es lo que vemos y tocamos? ¿O hay algo más allá de nuestros sentidos?
Hoy en día, si me preguntan, diría que la realidad varía según nuestra percepción de las cosas, y que está moldeada por nuestros sentidos, nuestras experiencias y nuestras creencias. Lo que vemos, oímos y sentimos, no es más que una interpretación de la información que llega a nuestro cerebro. Lo que para mí es una completa realidad, para otros es una realidad completamente diferente (todo condicionado por su sistema de creencias y valores).
Leí, que creemos que la realidad es objetiva, que existe independiente de nuestra mente. Sin embargo, la ciencia nos ha demostrado que la realidad es mucho más subjetiva de lo que pensamos.
Y yo lo creo así, es por esta razón que muchas veces vemos diferentes formas de actuar bajo una misma situación o realidad, por ejemplo:
Imagina una familia observando una puesta de sol. El padre, un hombre religioso, ve en ella una señal del poder divino y la belleza de la creación. La madre, una artista, amante de la naturaleza se maravilla con los colores vibrantes y las formas caprichosas de las nubes. El hijo pequeño, fascinado por los aviones que surcan el cielo, imagina emocionantes aventuras entre las estrellas.
Es la misma realidad, la puesta de sol, pero despierta en cada uno de ellos una experiencia y una interpretación diferente, moldeada por sus propias creencias y valores.
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Nuestros sentidos no siempre son confiables. Pueden ser engañados por ilusiones ópticas, alucinaciones y otros fenómenos perceptivos. Por eso, cuando estás en un lugar y pasa algo sorprendente y deciden narrar lo que pasó, uno queda sorprendido (muy sorprendido). Todos ven detalles desde su atención, o forma de ver las cosas. Y esto no desacredita la realidad que vivieron, simplemente que cada uno lo vivió desde su perspectiva. (ojo sin exagerar, o meter más información a la situación, ya ese es otro tema para escribir).
Nuestras creencias también influyen en nuestra percepción de la realidad. Lo que creemos que es posible o imposible puede afectar a lo que realmente vemos y experimentamos. Por eso, una persona de fe va a ver ciertos acontecimientos desde una perspectiva, mientras que el que no la posea simplemente va a ver casualidades o causalidades.
La idea de que vivimos en una simulación, como en la película Matrix, ha ganado popularidad en los últimos años. Aunque no hay pruebas científicas que la respalden, la idea plantea preguntas interesantes sobre la naturaleza de la realidad. ¿Quién no se ha sentido cómo en un video juego donde las piezas se mueven sin uno poder controlar el siguiente movimiento?.
La realidad virtual nos permite experimentar mundos que no existen en la realidad física. Esto nos plantea la pregunta de si la realidad virtual es una forma de escapar de la realidad o si puede ayudarnos a comprenderla mejor. Hoy en día, estos avances tecnológicos nos han permitido vivir cosas que jamás nos hemos imaginado. Usar lentes de realidad virtual, simuladores, etc. Nos han permitido viajar, hacer reuniones de trabajo, montarnos en montañas rusas, manejar vehículos, etc. Y aunque no es real acerca a las personas a a vivir estas experiencias lo más "real" posible.
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Nuestra percepción de la realidad tiene un profundo impacto en nuestras vidas. Afecta a nuestras decisiones, nuestras relaciones y nuestra forma de ver el mundo. Por eso es importante siempre tener un buen sistema de valores, para así poder vivir una vida más sana y que nuestra percepción de lo que uno viva nos lleve por consiguiente a una realidad lo más positiva posible.
Es importante cuestionar nuestra percepción de la realidad. Al final, no somos tan sabios como creemos, no tenemos la verdad absoluta y juzgar o creer que somos tan cultos como para no escuchar o aceptar otras posibilidades, al final nos hace ignorantes. Por esta razón, no debemos dar nada por sentado. Debemos estar abiertos a nuevas ideas y posibilidades.
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La búsqueda de la verdad es un viaje sin fin. Nunca podemos saber con certeza qué es la realidad. Sin embargo, el viaje en sí mismo es valioso. Yo lo definiría al final de este post como: Es vivir el AHORA con humildad, entendiendo que no somos tan inteligentes como para saberlo todo pero tampoco tan ignorantes como para no saber nada.
Explora tu realidad. Cuestiona tus creencias. Experimenta con diferentes perspectivas. Y nunca dejes de buscar la verdad.
Bye