Algunas vez necesitaste silencio, pues el poeta casi siempre requiere de calma y silencio, en este poema describe cómo se siente cuando no lo encuentra.
Afuera se oye música fiesta y algarabía, mientras tanto yo estoy en la última habitación de un antiguo hotel, solo y en silencio deseando estar en paz y armonia con Dios conmigo y con el universo.
Ese ruido me atormenta, al punto que me podría llevar a la locura, no me deja concentrar, no quiero oir, ni el sonido del viento, ni las olas del mar, ni el canto de los pajarillos, ni el sonido de los animales del campo, no quiero oir los comerciales de televisión, no quiero oir las canciones de la radio, ni el ladrar de los perros, mi a los gatos correr en los tejados, lo unico que quiero oir es la voz del silencio, que me susurres al oido que me amas.
Estando lejos no me podrás susurrar al oído, no podré contemplar tu sonrisa, ni podre ver la aurora de tus ojos, así que me tumbo sobre la cama, me olvido del mundo, me olvido del ruido y me pierdo en tu recuerdo.
