Consumida
así como la vela, estoy.
Me utilizaron para dar luz y encontrar calor.
Me llevaron por fuertes ventiscas
y no me apagué.
Mi flama quería consumirse
pero aguanté.
Ojos que veían
concentrados en mí.
Necesitaban esperanza, yo se las dí.
Luz, calor y calma.
Aquí estoy yo, para ellos.
Tanto desgaste
algún día voy a morir en ellos.
Consumida estoy
la cera les ha quemado.
Quieren llorar y echarme la culpa,
yo he dado por dado.
Consumida la vela está,
las estrellas lejos pero allá,
ahora es tiempo de ellas alumbrar.
La luna, mi fiel amiga,
me agradece cada segundo
y el sol ya viene por la cima
a calentarles un poco.
Perdón por consumirme,
estoy cansada.
Buenas noches a todos
mientras la vela se apaga.

¡Hola a todos, amigos! Hoy estoy super feliz porque estoy publicando en HiveBlog. He tenido un poco de problema con la conexión de Internet, pero aquí estoy contra viento y marea.

Espero les guste el poema que les traigo hoy y que se hayan identificado. Este va especialmente para las madres. Aunque yo no soy madre he tenido experiencias que se parecen a la maternidad. De una de estas experiencias, escribí dos poemas que me gustan mucho, así que mañana publico el otro.