Nunca te había escrito de esta manera pero hoy despertaste en mí algo que una vez perdí por ti, el deseo. Hoy te deseé, quise tenerte, sentirte donde siempre has pertenecido, dentro de mi. Hoy mi cuerpo se bañó de deseo imaginándote, pensándote.
Hoy quise tenerte cerca y la distancia me castigó pero eso no evitó que sintiera todo lo que hoy volví a sentir por ti. Fue extraño pero me llené de placer, me pregunté a mi misma si era posible sentir tanto deseo por alguien a quién ya has tenido hasta el cansancio y si, es posible. Hoy me volví a destapar contigo, sin vergüenzas ni tabúes y dije todo eso que tenía atascado en mi ser.