cuando el mundo se fundó no se pensó en distinción, se formó una sola unión y con un lazo se ato; después un dios nos llego a explicarnos su doctrina, con decencia y disciplina nos llego a advertía sabiamente: nunca es persona prudente aquel que su mano inclina.
la maldad fue desatando el lazo de aquella unión, hoy nos queda la ilusión sabe Dios y hasta cuando; ya nadie nos va guiando no vemos en quien confiar, solo nos queda pensar en el tiempo bueno y sano, cuando se alzaba la mano PARA un bizcocho dar.
el tiempo todo ha borrado menos la mala intención, que unida a la traición dejan al mundo amargado; lo bueno se ha terminado dudo volverlo a encontrar solo queda recordar aquel que siempre decía: el que da con ironía lleva la idea de quitar.
la injusticia y la traición van de brazos por el mundo, y dejan en lo profundo un ayer sin solución; ruge la mala intención ante ante el pobre que camina, buscando la luz divina que ya no quiere alumbrar, mucho menos va a encontrar mañana un barril de harina