No queda otra, de aceptar que la noche
conspira con los pensamientos dispersos
para hacer fiesta en la soledad del espacio.
Es entender que el monitor solo sirve de lampara
para develar algún remordimiento
o una sonrisa perdida en los recuerdos.
el tiempo se desdobla y confirma la relatividad
nos convertimos en dioses, jueces y verdugos del universo
hasta al punto de tener nostalgias no vividas.
Es entender en definitiva, que se piensa y no se piensa
en una misma dimensión.
Es darle una importancia igual a cero cuando preguntan:
"En que piensas"
y solo responder "en nada"
Gracias por pasar...
Fotografía por Jennifer Acuña
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