El 14 de enero del 2018 un evento conmocionó a muchas famlias estadounidenses y alrededor del mundo, este evento tuvo lugar en los suburbios de Muir Woods, Perris, California; donde 13 jóvenes se encontraban cautivos en su propia casa.
David Allen Turpin de 57 años y su esposa Louise Anna Turpin de 49; parecían ser los típicos padres de una familia extrañamente numerosas; compuesta por 13 hijos fueron los protagonistas de este macabro acontecimiento que se dio a conocer de forma pública cuando una de sus hijas, de 17 años, logró escapar de su casa y llamar al 911 para pedir ayuda.
Los oficiales llegaron al lugar en cuestión y lo que encontraron fue inimaginable; en un lugar oscuro y maloliente se encontraban cautivos los jóvenes que comprendían en edades de entre 2 a 29 años, algunos estaban amarrados a sus camas y en estado de desnutrición, los oficiales procedieron a sacar a los jóvenes y esposar a los padres, Louise Turpin parecía no entender porque estaba la policía en su casa.
La pareja fue acusada de tortura y poner en peligro a menores, enfrentan 12 cargos por tortura, siete por maltrato de adultos dependientes, seis de maltrato infantil y 12 por privación ilegal de la libertad; se encuentran detenidos bajo una fianza de 9 millones de dólares cada uno.
Entre los castigos que se les imponía a los jóvenes estaban encadenarlos a sus camas por varios días, estrangularlos, dejarlos sin comer, bañarse una vez al año, incluso la pareja comía frente de ellos y compraban juguetes que nunca iban a ser abiertos como una forma de castigo.
Los jóvenes asistían a clases en casa, según una modalidad de escuela privada en casa que estaba registrada bajo el nombre del padre. En el sitio web del Departamento de Educación de California, David Turpin figura como el director de Sandcastle Day School, una escuela privada operada desde su casa. La escuela se abrió en marzo de 2011, según el sitio web, y aparecen seis alumnos matriculados allí, todos en diferentes grados.
Muchos de los hijos poseen escasos conocimientos, más se encontraban aptos para escribir lo cual se les permitía, tanto que tenían la oportunidad de escribir un diario, esto ha permitido a los investigadores obtener información de los que ocurría dentro de “La casa de los horrores”
Los vecinos no sospecharon nada de la tan poco ortodoxa familia Turpin, confiesan que aunque parecían poco convencionales, salían en días festivos, y mantenían un perfil bastante normal, incluso en Facebook parecían tener una vida muy normal. Remarcaron que a los Turpin los consideraban en su comunidad una "buena familia cristiana" y que "Dios los llamó" para tener tantos hijos.
Cuando los abuelos visitaron por última vez a la familia notaron que los niños "se veían delgados", pero que parecían una "familia feliz". Los abuelos de los niños aseguraron, no haber visto a la familia desde hace cuatro o cinco años, aunque hablaban con ellos por teléfono.
Actualmente familiares de los jóvenes han tomado la iniciativa de acogerlos y criarlos , la pareja del horror asistió al juicio el pasado jueves donde el juez anunció que la pareja no podrá ver a sus hijos en 3 años y deberan cumplir con una condena que se aproxima a los 94 años en prisión.
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