Otra montaña nos espera, ahí es a donde te quiero llevar, para que contemples el mundo desde arriba, a tus pies, y volvamos a ser las diosas de la montaña.
Un enorme y viejo árbol nos aguarda antes de hacer cumbre, uno que lleva aquí, en este mundo, mucho más que ningún humano vivo. Ha podido ver el lento paso del tiempo y los cambios producidos en la morfología del terreno, fruto de la viveza de la Tierra.
[Fuente](Foto Propia)
Algún día lo encumbraremos, miraremos desde arriba y nos reiremos del mundo, de todas esas cosas que nos atormentan y nos hacen sentir incómodos, nos olvidaremos de todo y solo tendremos consciencia de nuestro intrascendental paso por este planeta, por este sistema solar, por esta galaxia perdida entre miles de millones.
A veces nos cuesta pensar en lo verdaderamente importante, la vida nos oprime, sus normas nos someten y sus constructos nos alejan de la realidad y de la felicidad.
Hemos olvidado lo básico, lo simple, lo más sencillo que existe, ya no sabemos simplificar las cosas y todo lo que vemos o hacemos son problemas, complejidad, caos, oscuridad, miedo y tristeza.
Subamos a esa montaña y reiniciemos nuestros pensamientos, nuestra forma de hacer las cosas, nuestra forma de mirarnos y sentirnos…
Volvamos a ser las diosas de la montaña.