Generalmente ocurre, que cuando vamos a un seminario de Coaching o cursos de motivación, las emociones que se generan durante ese seminario y por el transcurso de algunos días y quizás meses se mantienen, pero con el tiempo suelen desvanecerse esas motivaciones y volvemos a nuestro estado inicial de NO EMOCIÓN POSITIVA o de no inspiración.
Las razones de que esto ocurra son múltiples, pero la razón básica por la cual ocurre la desmotivación es desconocer la razón verdadera de la motivación, es decir, de dichos seminarios y cursos salimos inspirados y con grandes ideas, pero si no tenemos bien establecidas (incluso en nuestro subconsciente) la razón de la motivación y mantenimiento en el tiempo de dicha motivación se verá reflejada en la no acción y por tanto en el abandono de la actividad.
Sin embargo, para esto existen muchas técnicas o herramientas que nos pueden ayudar a conseguir nuestros objetivos y que éstos sean más provechosos en el tiempo.
La primera técnica o estrategia que puedo sugerir es Saber lo que se quiere y responderse PARA QUÉ se quiere.
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Aquí, hay una gran tela que cortar, porque generalmente sabemos por qué pero no el para qué, y si en verdad podemos respondernos esta pregunta, ya tenemos el primer escalón ganado.
La segunda estrategia es crearnos hábitos de vida que tengan relación con nuestro objetivo. Aquí se comienza a enredar el papagayo, porque lo que ocurre es que lo hábitos los abandonamos a los 7 días más o menos. Según los conocedores de la Programación Neurolingüística un hábito se crea si hacemos alguna actividad 21 días consecutivos, y si lo hacemos 40 días consecutivos formaremos una costumbre.
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Esto, en la teoría suena bien, pero en la práctica es ilusorio. Considero que un hábito o costumbre se va a generar si haces todo lo que este a tu alcance con pequeños cambios significativos en tu conducta diaria. Pequeñas modificaciones grandes diferencias. Esto va a permitir cambiar nuestras creencias o paradigmas de nuestro subconsciente y con el tiempo (que lo estableces tú) harás del hábito una costumbre para lograr tu objetivo.
La tercera estrategia que les puedo comentar hoy, es darse un #regalo cuando consigan avanzar en el objetivo planteado. El regalo no debe ser un anillo de diamante,
Fuente por ejemplo, pero sí consentirte en algo que te guste o simplemente aplaudir el logro y dar las gracias del mismo. Se ha demostrado fervientemente, que el agradecimiento genera neurotransmisores del bienestar, por lo que desde el punto de vista físico, conseguirás placer que lo podrás mantener en el tiempo.