Que importante es estar animados. Cada vez que vayamos a hacer algo, sea mucho o poco, hazlo con entusiasmo, con alegría. Te aseguro que todo resulta mejor así, te sentirás bien y todos estarán conformes con lo que haces.
Esto lo podemos encontrar en la biblia también. Cuando el pueblo judío era escarnecido, menospreciado y tenido en poco, Sambalat los aborrecía, les tenía por débiles e incapaces de levantar el muro. Pero dice que se reunió el pueblo, y teniendo ánimo, pudieron levantar el muro hasta la mitad de su altura. Nehemías, 4.6. “Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ÁNIMO para trabajar”.
Podemos ver allí, que el ánimo es muy importante. De tu buen o mal ánimo dependen muchas cosas. Esto lo podemos notar en nuestros trabajos, universidades, iglesias, puede haber un grupo de personas allí, pero si todos están desanimados se siente una pesadez muy fea, todo es tenso y gris. Pero si llega alguien con buen ánimo, alegre, entusiasmado, este puede contagiar a todos y hacer la diferencia. Tratemos siempre de ser el que llegue y alegre el ambiente, el que levante el ánimo de los demás, y no seamos uno más del montón lleno de desánimo.
Marca la diferencia! Contagia a todos con tu buen ánimo. Esto te ayudará a alcanzar lo que te propongas.