Dos años habían sucedido cuando mi condena al fin fue consumada, todo debido a un increíble malentendido, decidí que el primer lugar que visitaría sería el departamento rentado de mi querido amigo Javier. Al llegar me encontré con la arrendataria quien me avisó que Javier se había suicidado, que fue un terrible accidente del cual muchos especulaban, pero nadie confirmaba nada, todas sus pertenencias fueron vendidas debido a que ningún familiar apareció para reclamarlas y lo único que quedo fue un maletín que estrictamente fue guardado para entregármelo cuando viniera por él. La arrendataria después de varias lágrimas y unos cuantos “Dios lo tenga en su gloria” me entregó el maletín y abandonó el lugar.
Dos años habían pasado desde que Javier me pidió que exhumáramos el maletín, sólo que él ya no estaba. Coloqué la clave, lo abrí y encontré una carta, recitaba así.
“Querido John lamento que hayas ido a la cárcel por mi culpa, lamento haberte pedido exhumar esa tumba y lamento mucho más lo que estoy apunto de hacer pero quiero que sepas que ni todo el dinero que estuvo en este maletín valió el sufrimiento que este hombre me ha hecho padecer, ni en mis peores pesadillas, John, ese hombre que se encontraba enterrado en la fosa 642 me persigue y no se detendrá hasta que yo pague por mis errores, así que he decidido acabar con esto, espero me perdones… John, ese hombre, era mi padre.”
-Esta historia es de mi completa autoria, su reproducción sin créditos y aviso está prohibido.-
Para todos aquellos que quieran participar, visiten https://steemit.com/spanish/@trenz/concurso-de-microrrelatos-de-terror-microterror256-semana-1-perfido y lean las bases para participar. Gracias a @trenz por la iniciativa