él observador de tantas cosas al no tener a nadie que lo consolara en esa triste tarde la misma tarde lo supo consolar, él se sintió lleno de la belleza que podía apreciar en ese largo camino, su rostro triste esperando ser consolado avanzaba hacia un rumbo sin motivos, por fuera parecía alguien normal pero con ojos tristes, por dentro no sabía como explicar lo que sentía, no podía explicar la tristeza y la frustración que lo acompañaba, él quería llorar pero prefirió guardarse todo su dolor, deseaba gritarlo al mundo pero solo se quedó callado con ganas de que todos lo supiesen, a lo largo de ese camino él veía a lo más profundo como el horizonte hacía que todo fuera más bello, la tarde se volvió un poco oscura y el viento se volvió un poco fuerte, 
mientras él más avanzaba el viento se volvía más salvaje, las copas de los árboles se movían bruscamente de un lado a otro, de pronto esa tarde se volvió opaca y las nubes taparon el cielo, la primera gota de lluvia cae en su rostro y quedó allí marcada como una lágrima, seguía caminando pero mientras más avanzaba aumentaba esa tormenta, la lluvia se hizo más fuerte y el viento envolvía hasta el último rincón de ese largo camino, rayos empezaron a caer y truenos escandalosos chocaban en sus oídos, al terminar esa tarde comenzó una tormenta salvaje que con sus estruendos erizaba su cuerpo, al él llegar la tormenta tomó control de todo y se expresó de la manera más espeluznante, sin ella querer parar con su lluvia y sus truenos se hacía presente ante todos los que pudieron sentirla, él buscaba consuelo y lo encontró, esa hermosa tarde supo como hacerlo, le mostró las bellezas que tenía y él pudo apreciar eso, y la tarde provocó una paz y llenura en su alma, él quería expresar lo que sentía pero no dejó salir de él ni una lágrima, esa tormenta se expresó en su lugar, la tormenta lloró por él y mostró como era el corazón de él por dentro, como una fuerte lluvia de lágrimas y truenos que partían tímpanos con su más leve sonido, esa tormenta era la que él tenía dentro pero no tenía fuerzas para mostrar, él quería mostrarle al mundo como se sentía, pero todos pudieron sentir esa tormenta salvaje que atacó en esa tarde triste en nombre de él. La vida es buena cuando se ve lo que ella tiene y no lo que uno exige, las tristezas se vuelven nada cuando las expresa el alma.Gracias a boheme por la oportunidad de participar en el concurso.