EL DÍA QUE EL TIEMPO SE DETUVO
Galileo tenía un libro donde ya mencionaba a "el Eje", pero llevaba siglos guardado en el archivo Vaticano y muy pocos estudiosos podían consultarlo. Se trataba de una anomalía espacial que cruzaba todo el universo conocido en forma de finísimo haz de neutrinos y se perdía en el vacío. Solo duraba unos micro-segundos y aparecía en una localización al azar cada vez. Era un fenómeno curioso, pero no le dimos más importancia ya que no parecía tener ningún efecto.
Hasta hoy.
"El Eje" se alineó perfectamente con el eje de la Tierra a las 0800 hora del Pacífico y en unos micro-segundos el futuro de la humanidad cambió para siempre. Dos gigantescos casquetes (que eran la práctica totalidad del globo) se congelaron en el tiempo y una fina franja del Ecuador aumentó de revoluciones hasta avanzar quinientos años en el futuro. A mediodía, pues, las naciones congeladas eran iguales. Pero no las del Ecuador.
Países puestos de rodillas durante siglos por sus metrópolis, son ahora nuevas potencias mundiales en ecología, economía y cultura. Kiribati, Somalia, Colombia o Gabón están enviando emisarios a las antiguas potencias para explicar las bondades de la nueva cultura humana, ya instaurada, no abierta a debate, y centrada en el respeto mutuo.
Esta noche, sin duda, el mundo es un lugar diferente.
Hugo Kalavaza.