Cuantas veces hemos escuchado la siguiente expresión ¡Debes terminar lo que comienzas!
pero si realmente no quiero hacerlo , si no me apetece terminar un libro con una trama que ya me ha aburrido,
si decido salirme de la sala de cine tan solo por el hecho de que la película no me ha gustado y no pienso obligarme a terminar de verla por haber pagado la entrada, si me doy cuenta en el camino que el destino no es lo que realmente
quiero tengo la oportunidad de cambiarlo, yo decido.
Tengo la oportunidad de decidir que es lo que quiero concluir y que no, por que entre el inicio y el final existe
un recurso el cual se agota inevitablemente y del cual desconocemos aún la cantidad que se nos ha otorgado
a cada uno de nosotros "tiempo de vida". Solo yo decido sobre como invierto ese regalo que se me ha otorgado
no tengo por que terminar cosas que realmente no quiero terminar y eso no te vuelve una persona sin objetivos,
es simple yo decido.
Cuando yo decido sin duda no me equivoco , es claro cada decisión que tomamos trae consigo una consecuencia pero
inclusive deberíamos de ser libres de elegirlas nosotros mismos. El peor error relacionado con el tiempo es dejar que alguien mas decida por ti en que deberías invertirlo.
Yo decido
