La alarma suena, es hora de comenzar un nuevo día...
Mi día comienza muy temprano en la mañana, despertar, arreglar todo y salir, allí comienza mi travesía.
Vivo en una zona céntrica de la ciudad, a pesar de esto prefiero caminar hasta la parada de transporte público que me lleva a mi lugar de trabajo en vez de tomar un transporte a dicha parada. el recorrido es de aproximadamente 20 minutos a pie, recorriendo 1.3 km. luego tomo un trasporte público que me deja en la entrada del complejo hotelero donde laboro, donde tengo que caminar otros 700 mtrs.
No soy fanática de practicar ningún deporte porque mi rendimiento nunca ha sido el mejor en los mismos, lo intenté con la natación y el tenis, pero los resultados no eran positivos. A pesar de mi bajo rendimiento en los deportes poseo un cuerpo delgado gracias a mi metabolismo.
Estamos en una época donde comer sano, ejercitarse, llevar una vida sana son las prioridades de muchos. además de ello, la salud mental también es parte fundamental de nuestro equilibrio como individuos.
El sedentarismo vuelve nuestros cuerpos propensos a infinidades de enfermedades; obesidad, enfermedades cardiovasculares, estrés, insomnio, entre otros.
Caminar te brinda beneficios tanto físicos como espirituales. Cuando caminamos nuestro cuerpo esta realizando una actividad física de bajo impacto beneficiosa para todo nuestro organismo, además que el momento es propicio para la relajación y meditación.
Los más beneficiados de esta práctica son el corazón y el cerebro, además de ser un energizante natural, al aumentar la circulación y el flujo de oxigeno en la sangre.
Para mi caminar se ha vuelto una especie de terapia, es mi momento de relación y calma. Además de los beneficios médicos que me trae, ya que, poseo problemas de circulación desde la niñez.
Oxigenar el cerebro, aclarar las ideas, deleitarse con una excelente vista es mi mejor forma de comenzar el día con las mayores energías.
¿Cuál es tu travesía diaria?