Cuando no es lo que parece

Hola mis queridos amigos de steemians, hoy tuve la dicha de ser aceptado en esta gran comunidad donde se comparte contenido valioso para todos, mi nombre es Rogelio, he decidido que mi nombre de usuario sea Inspiron porque me gustaria inpirar a otros usuarios a través de mis anecdotas y creaciones literarias que con el tiempo iré compartiendo con ustedes.

Hoy quiero relatarles algo que me sucedio, hace ya algo de tiempo y que tiene que ver con lo descrito en el título de mi relato.


En ese tiempo, corria el año 1984, yo trabajaba en un jardin de niños como conserje, en ese puesto yo tenia todas las tardes libres,lo cual me permitia desarrollar otros trabajos. Pues bien, uno de ellos era vendedor de raspados dentro de un tecnologico en la ciudad de la paz, b.c.s., los alumnos que ahí estudiaban apreciaban mucho las deliciosas mieles que mi esposa preparaba con esmero y dedicacion, ademas de una higiene total. Pues como todos se daran cuenta, el intercambio de vivencias era de lo mas variado y en el cual yo les hablaba mucho de mi pasion por el ajedrez, aunque creo que no lo consideraban demasiado posible por la imagen que ellos miraban de un raspadero que en apariencia,no manifestaba mucha inteligencia, mas bien mi oficio manifestaba que mi ignorancia no me permitia acometer trabajos mas profesionales,y tal vez decian,pobre amigo se cree bueno para el ajedrez,y esbozaban una pequeña sonrisa de lastima.

En esos dias, los muchachos me hicieron saber que se iban a desarrollar unas simultaneas de ajedrez, en ese tecnologico
las cuales correrian a cargo de un gran maestro de ajedrez de alto nivel nacional, y con gran sorpresa para mi, me manifestaron la intencion de que ellos votarian para que yo participara en ese evento, a lo cual yo les decia que no podia ser posible porque yo no pertenecia a esa institucion, y no iban a querer que un pobre raspadero del cual no se podia pensar que tuviera las mas minimas nociones del ajedrez,pudiera ser digno que lo pusieran al nivel de los mas altos academicos del instituto tecnologico en los cuales se depositaba la confianza de defender dignamente a la institucion en ese historico evento ajedrecistico. Pues bien, yo no supe como lo hicieron pero lograron que la institucion aceptara mi participacion en el evento, lo cual produjo en mi un gran desconcierto, y no por que no me consideraba capaz sino que mas bien sentia el temor de que cualquiera que fuera el resultado mi negocio de raspados se podria terminar al no seguirme dando permiso de trabajar ahí, pero mi dignidad y mi amor por el ajedrez, pudieron mas que todos los temores que pudiera tener.

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Fuente

Y lo acepte, diciendoles que daria mi mejor esfuerzo, para no causar una mala impresion en lo que representaba la institucion. Por fin llegó la gran noche del evento el cual cubririan todos los medios estatales de noticias, el edificio estaba completamente lleno, y los alrededores tambien, y sin quererlo el raspadero generaba la misma expectacion que provocaba el gran maestro de ajedrez que se enfrentaria simultaneamente a 20 ajedrecistas, ante las expectativas reales de la situacion, los alumnos empezaban a sentir verdadera lastima por mí. Al verme sentado entre maestros de finos trajes y portes distinguidos, y yo con mis pobres ropajes de hilos desteñidos, parecia un patito negro entre cisnes de gran señorio, autoridad y poderio, pobre señor raspadero en que lio lo metimos, ojala siquiera no sea de los primeros en abandonar. Silencio todos, pidieron los arbitros del evento checando que todo estuviera en el correcto orden en que debian estar las piezas en los tableros, al ser asi empezo la gran justa ajedrecistica, yo tenia el numero 11 en la secuencia de los turnos correspondientes a quienes iba enfrentando el ejecutor. Al llegar mi turno parecio que el tiempo se detuvo, motivado talvez por una jugada inesperada en contestacion de la apertura iniciada por el gran maestro, lo cual provocó que se detuviera un poco más en mi mesa observando con preocupacion mi movimiento de esa pieza, y luego siguio avanzando casi sin detenerse a pensar en las jugadas de los demas participantes, parecia que lo unico que queria era llegar a la mesa 11, en la cual cada vez parecia que nesecitaba mas tiempo para responder la jugada del opositor.

Poco a poco se fueron levantando con expresion de resignacion por la derrota, puesto que era un gran maestro del ajedrez al que se habian enfrentado y la derrota era el unico puerto donde podian llegar y asi lo hicieron, y entonces con incredulidad se daban cuenta de que la mesa 11, acaparaba todas las miradas de los expectadores, bueno a los 22 minutos del evento por fin quedo en actividad solo una mesa y en ella como dos gloriosos paladines se enfrentaban con poderosos escudos, y mortiferas espadas, movimientos precisos de las piezas de ajedrez.

Ejecutadas por 2 mentes igualmente poderosas que se contrarestaban sin cometer ningun error, el silencio era solido, el clima era ardiente, la respiracion se detenia cada vez que una pieza iba a moverse y entonces sucedio a dos horas y veintitres minutos de iniciado el evento una pieza cayo, y el gran maestro se levanto y estrecho la mano victoriosa del jugador, mostrando su grandeza el gran maestro dijo a todos los presentes. Hoy he tenido el privilegio ser derrotado por un oponente que me demostro que los limites de la mente son infinitos y siento que no perdí, más bien creo que gane una meta que creí haber alcanzado hace mucho, creí ser el mejor y la realidad me demostro que siempre habrá otro mejor que yo, se apagaron las luces, se bajo el telon y el raspadero desapareció al momento de levantarse de la mesa y al mezclarse entre la gente nadie vio cuando salió, más al día siguiente, el raspadero volvió y su producto vendió y nadie le reclamo ser más inteligente en el ajedrez que el propio director.

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