¡Saludos, amigos de Steemit! Antes que nada espero hayan recibido un feliz año nuevo junto a sus seres queridos.
Fotografía tomada por mí con la cámara de un celular Nokia, modelo Lumia 521.
Con la afirmación que titula este post inicio las siguientes líneas:
Hoy no soy el mismo de ayer. Fui un rebelde frustrado y deprimente. Adaptado a la soledad de la vida. Sin hermanos maternos. Sin amigos. Sin nadie con quien hablar o conversar. Mi madre trabajaba para llevar el pan diario al hogar. Siempre he vivido con ella. Crecí y en mi adolescencia aprendí a trabajar sin su consentimiento. Aprendí de todo un poco, siempre es bueno; pero con cada aprendizaje yo iba cambiando más y más.
Hace unos años tuve un cambio más drástico al llegar a la universidad, otro nivel otro estilo de ver la vida. Surgió el escritor que llevo dentro. Eso me permitió entrar en una constante transformación para con los otros y conmigo mismo. Me hice sociable, amigable, más humilde y humano.
No soy el hijo perfecto y mucho menos el ideal, eso me lo hace saber mi madre siempre y aunque me deprime saberlo cada vez que puedo doy lo mejor de mí. Hoy soy un adulto joven que quiere seguir creciendo humana, académica y laboralmente.
Veo en ti, en él, en ella, en ustedes a un familiar más: un hermano, un primo, una tía o un tío, a una madre. A pesar de mostrar una coraza ante el mundo llena de valor, coraje y fortaleza no siempre soy así; muchas veces soy débil, me deprimo fácilmente y me cuesta entrelazar con otros.
Mi manera más factible, rápida, humilde y eficaz para comunicarme es la escritura. Hablar mucho no se me da y si es para desahogarme, menos.
Este soy yo y solo le pido al Omnipotente y a todos los dioses del mundo ayudarme a seguir transformándome en una mejor persona.