Fuente
Eres mía aun sabiendo fehacientemente, que jamás mis labios han depositado un beso en tus mejillas.
Te digo ¡¡Mía!! Porque tengo la certeza de haber rozado tu piel; quizá en otra vida.
Te veo y vuelcan sobre mí recuerdos que no puedo explicarme, ¡Tu risa! ¡Tú carcajada! Están tan llenas de vida, de esa vida que estoy seguro que he vivido contigo.
Muchas veces, la controversia a la que se enfrentan mis pensamientos...hacen que dude que mi existencia, se encuentre en la realidad o sea la vida de un sueño recurrente.
Pero eres mía, te siento mía, mis manos reclaman las tuyas, mis huellas buscan tu andar, eres mía porque sé que vivo en cada poro de tu piel.
Mía eres aunque por momentos observe que tu mirada, se pierde en el infinito del horizonte, mientras mis ojos reclamen con coraje; una caricia tuya.
Mía eres, aún viviendo con el temor de saber que sólo vives en un sueño recurrente, con la creencia de pensar, de imaginar que somos dos almas viejas, que un pasado muy lejano dejaron inconcluso un bello idilio de amor.
Te digo ¡¡Mía!! Con la certeza de mis días vividos, ya que sólo bastó conocerte para que en mi naciera, todo este sentimiento que no puedo explicar y que al mismo tiempo no me es desconocido.
Eres mía, aunque de ti...sólo tu nombre conozca.