Hola hoy les traigo una propuesta y pido de su ayuda para ejecutarla, quisiera hacer un espacio en la comunidad para publicar mis microrrelatos de terror 1 o 2 veces por semana,y si alguien quiere sumarse también, puede hacerlo, quizás con el tiempo también suba algunas de mis historias más grandes todo depende de cómo se desarrolle , se aceptan sugerencias para el nombre del espacio y los horarios de publicación y toda la ayuda que puedan.
Estaré agradecido de leer sus comentarios.
Hello everyone, today I bring you a proposal and I ask for your help to carry it out.
I would like to create a space in the community to publish my horror micro-stories 1 or 2 times a week, and if anyone wants to join, they can too. Perhaps over time I will also upload some of my longer stories, it all depends on how it develops.
Suggestions are welcome for the name of the space, the posting times, and any help you can provide.
I will be grateful to read your comments.
Ahora sí pasemos a la historia de hoy.
Now let's move on to today's story.
Fernando conducía el balón con habilidad, esquivando con destreza a sus oponentes. Estaba a punto de marcar su segundo gol cuando la voz autoritaria de su madre irrumpió en la escena: "¡Fernando, entra en casa ahora mismo!".
Fernando sintió la mirada burlona de sus amigos y los escuchó murmurar entre risas. Indignado, pensó en desobedecer, hasta que vio la figura de su madre acercándose furiosa. Sin darle tiempo a recoger su balón, lo jaló del brazo hacia la casa.
"¡Ya basta, mamá!", exclamó. "¿Por qué no me dejas jugar con mis amigos?".
"¡Esos no son amigos, ya te lo he dicho!", respondió su madre con severidad. "No sé quiénes sean ni me importa, pero no vuelvas a salir de madrugada a jugar, por más que ellos te llamen".
El niño miró con tristeza hacia la oscura calle detrás de él, donde su balón se movía de un lado a otro, sin que nadie lo pateara.
Fernando dribbled the ball skillfully, dodging his opponents with dexterity. He was about to score his second goal when his mother's authoritative voice broke into the scene: "Fernando, come home right now!".
Fernando felt the mocking gaze of his friends and heard them whispering with laughter. Indignant, he thought about disobeying, until he saw the figure of his mother approaching furiously. Without giving him time to pick up his ball, she pulled him by the arm towards the house.
"Enough, Mom!", he exclaimed. "Why don't you let me play with my friends?".
"Those are not friends, I already told you!", his mother replied sternly. "I don't know who they are and I don't care, but don't go out playing at dawn again, no matter how much they call you".
The boy looked sadly towards the dark street behind him, where his ball moved from side to side, without anyone kicking it