Observa esta imagen, piensa y escribe. Debajo de la carga

In general, in Latin America, heavy freight systems have a similar behavior. The mobilization of 100% of the merchandise in our country is done by means of heavy cargo transportation. Every day thousands of gondolas of different brands travel the battered roads and highways to carry their precious cargo on time. The hardships of the gandoleros are similar, neither the rain, nor the heat, nor the gloom of the night and much less sleep prevent these brave drivers from completing the assigned routes.

When the night begins to cover the desolate roads with its blanket, prudence and wisdom tell the truck driver to look for a moderately safe place to sleep. That safe space is found under the load, between the steel bars of the tray or the cointaner, his faithful hammock.

Sleeping under the load in the middle of the jungle or the desert is neither easy nor comfortable, the plague, the cold, the absence of a toilet are small things in the face of the fear of insecurity. The driver not only sleeps under the load but also has the load on his shoulders. During the night he must be constantly vigilant to prevent criminals from stealing his precious cargo.

There has always been a need for governmental regulations that establish places of pernota with the necessary conditions for the protection and security of the gandola-driver binomial. Another measure that can be implemented by an efficient and modern government is the promotion of the modernization of the truck fleet, commonly known as “chutos”. There are several models in the heavy load automotive market that offer comfortable cabins with capacity for up to two people. Someday our country will be on the road to modernity.

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En general en América latina los sistemas de carga pesada tienen un comportamiento similar. La movilización del 100% de la mercancía en nuestro país se hace por vía del transporte de carga pesada. Cada día miles de góndolas de diferentes marcas recorren las maltrechas carreteras y autopistas para llevar a tiempo su preciada carga. Las penurias de los gandoleros son parecidas, ni la lluvia, ni el calor, ni la penumbra de la noche y ni mucho menos el sueño impiden que estos valientes choferes completen las rutas asignadas.

Cuando la noche comienza a cubrir con su manto las desoladas carreteras la prudencia y la sabiduría le indica al chofer de la gandola que debe buscar un sitio mediamente seguro para poder dormir. Ese espacio seguro lo consigue debajo de la carga, entre las barras de acero de la batea o de los cointaner guinda su fiel hamaca.

Dormir debajo de la carga en medio de la selva o del desierto no es un asunto fácil ni cómodo, la plaga, el frio, la ausencia de un sanitario son pequeñeces ante el miedo que representa la inseguridad. EL chofer no solamente duerme bajo la carga sino que también que tiene la carga sobre sus hombros. Durante la noche debe estar en permanente vigilia para evitar que los antisociales de roben su preciado cargamento.

Desde siempre se ha planteado la necesidad de regulaciones gubernamentales que establezcan sitios de pernota con las condiciones necesarias para el resguardo y seguridad del binomio gandola- chofer. Otra medida que puede implementar un gobierno eficiente y moderno es el impulso de la modernización de la flota de camiones, los comúnmente denominados chutos, existente en el mercado automotriz de carga pesada diversos modelos que ofrecen cómodos camarotes hasta con la capacidad para dos personas. Algún día nuestro país transitara por las vías de la modernidad.