Las galas o ceremonias de graduaciones en Cuba son menos protocolares que en otros países y no se diferencian mucho de otros aptos colectivos. Mi primera graduación fue en el preescolar, mi mamá aún conserva la foto de graduado. Sin embargo, mis mejores recuerdo los tengo de mis dos últimas graduaciones.

Hace dieciocho años, me gradué de Licenciatura en Informática en el Instituto Superior Pedagógico Pepito Tey de Las Tunas, hoy Campus Pepito Tey de la Universidad de Las Tunas. Ese día fue estupendo, pues, fue una de las primeras graduaciones de universitarios informáticos en Cuba. Con anterioridad solo se graduaban muy pocos ingenieros informáticos y cibernéticos en las universidades de Oriente y en la Cujae.

Debido a uno de los tantos experimentos que se han hecho en Cuba, nuestro grupo se había separado y ese día tristemente estábamos los que logramos graduarnos, fue un emocionante reencuentro, y lo más emotivo fue subir a la plataforma del teatro de la universidad a recoger el título de graduado. Luego de cinco años de estudios, por fin nos graduábamos y recibíamos el título de manos del decano de la facultad de ciencia.

Agradezco a Dios por mis estudios universitarios y por haberme graduado. Gracias a ello, hoy tengo una mejor comprensión de la vida, y gracias a ello, obtuve herramientas que me han ayudado a enfrentar mejor los problemas del diario vivir. Pero las mejores herramientas que he obtenido fueron logradas en mis últimos estudios cursados, de los cuales me gradué hace poco más de un año.

Esta vez, la graduación no fue en el teatro de la universidad. Luego de cuatro años de estudios teológicos en la Universidad Teológica Pentecostal de Cuba, me gradué de Bachiller en Estudios Bíblicos y Ministeriales. La ceremonia de graduación se efectuó en el Templo Peña de Horeb en la Ciudad de Las Tunas. Además de ser recuerdos frescos, son recuerdos inolvidables para mí.
Los estudios teológicos han sido los más importantes estudios que he cursado.

Pero ya que lo que toca hablar es de la ceremonia de graduación, les puedo asegurar que a diferencia de otras graduaciones, esta vez no sentía estar en un lugar donde no encajaba. Me sentía en casa y entre mi familia. Para asistir a la ceremonia tuve que viajar desde el Mariel durante toda la noche. Por cierto, salí de mi casa a las dos de la tarde del día anterior y llegué a las ocho de la mañana a Las Tunas. Pero no sentía ni sueño, ni cansancio, solo una gran satisfacción y felicidad.

A los que llegaron hasta el final, gracias por leer.
Una vez más al creador de esta iniciativa y a sus colaboradores, gracias por darme la oportunidad de participar y por ser en varias ocasiones seleccionado entre los ganadores.
Por último, a todos los participantes éxitos 🙌.

Contenido original, escrito por mí para este concurso.
Imagen de @lanzjoseg compartida para este concurso.