A mi hijo le gusta la pelota, así que cada vez que voy a dar clases los sábados en las aulas que están cerca del estadio, el se va conmigo.
Estaban entrenando en el estadio. Ese que es la casa de los pativerdes, de los vegueros, del sunami verde, que son los sobrenombres que tiene nuestro equipo de pelota.
Nuestro estadio inaugurado hace ya 55 años mantiene su belleza y elegancia. En la parte trasera, en los jardines, no tiene gradas. Por fuera en la cerca hay un espacio conocido como "la lomita" y mucha gente disfruta desde allí cada partido.
Se destacan las gigantografías o imágenes de los peloteros Omar Linares uno de los mejores jugadores de pelota de Cuba " el niño Linares" que con apenas 16 años comenzó a botar la pelota por encima de los 400 pies. También está Luis Giraldo Casanova, "El señor pelotero" bateador excepcional con numerosas historias de su valor ante cualquier pitcheo.
Allí está la historia de Pedro Luis Lazo, Luis Rogelio García y tantos otros. Allí juega el picantico Arencibia y también Luis Pablo Acosta uno de los mejores jardineros de Cuba, amigo de mi hijo. Allí jugó Donal Duarte, el lobo pinareño, mi compañero de estudios en la escuela primaria que les dió muchas glorias a nuestra provincia. Sobre todo en la Serie de oro dónde se alzaron con la medalla de oro.
Esa mole de cemento y hierro fue dañada por el ciclón Ian y dos de sus torres de alumbrado cayeron al suelo, derrotadas por la furia del viento. Una de ellas se abalanzó contra la moderna pizarra electrónica que costó mucho tiempo y esfuerzo inaugurar y poco después quedó destrozada. Así que se sigue usando la vieja pizarra analógica.
En estos momentos en Cuba se está jugando la liga élite y están en la final los mejores equipos.
Se enfrentan por la medalla de oro Artemisa y Matanzas. Aunque nuestra provincia no participó en la serie con su equipo completo, peloteros pinareños fueron pedidos como refuerzos en varios equipos. Tal es el caso de Livan Moinelo y Erlis Casanova, dos de los mejores pitcher de Cuba. Los dos con actuaciones fenomenales. Ellos actúan como refuerzo del equipo de Artemisa.
Livan Moinelo, contratado en el béisbol de Japón, regresa a Cuba cada temporada para participar, en alguna medida en los juegos de las series nacionales.
En esta ocasión para recuperarse de una lesión. Aún así, acto ya para jugar lanzó como cerrador en un importante juego dando la victoria a Artemisa. Sacando los 10 últimos outs del juego sin permitir conexiones ni anotaciones .
En el caso de Erlis Casanova hay un evento de especial trascendencia. El valioso jugador hacía un tiempo no participaba en los juegos, ya que una penosa enfermedad aquejó a su joven esposa, madre de sus dos hijos. Lamentablemente falleció y todo el pueblo cubano, amante del béisbol, se mostró solidario ante tal pérdida. El muchacho, casi un mes después, entró al terreno y mirando al cielo, dibujó con sus dedos un corazón en señal de saludo y respeto a su esposa.
Seguidamente hizo lo que mejor sabe hacer y le dió una importante victoria al equipo de Artemisa que tanto lo necesitaba para igualar la serie en busca de la final. Salió del terreno acompañado por sus colegas del equipo evidentemente emocionado.
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Esos dos peloteros iniciaron sus vida deportiva en el gigante verde. Ese que nos ha regalado importantísimas jornadas de esparcimiento, amor y sacrificio. Esa es la cuna de los manager más ganadores de la pelota cubana, Jorge Fuentes y Alfonso Urquiola. El estadio Capitán San Luis está de cumpleaños, felicidades gigante.
Las imágenes utilizadas en la publicación son de mi propiedad tomadas con mi móvil Xiaomi Redmi 12C.
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