Acaba de culminar una nueva temporada del béisbol venezolano con la coronación de los Caribes de Anzoátegui , quienes destrozaron en cuatro juegos a los anteriores campeones Cardenales de Lara y la sensación que queda es de alivio. En efecto, no fueron pocos los obstáculos que amenazaron la puesta en marcha del mayor evento beisbolero del país: pandemia del Covid-19, sanciones de las Ligas Mayores de Béisbol, crisis económica entre otras muchas.
La temporada que acaba de culminar pareciera indicarnos que es posible realizar la fiesta de la pelota nacional como cada año contra viento y marea, sin embargo pareciera que en la medida que las dificultades antes mencionadas se sigan presentando existe la posibilidad que en quizás esta sea la última zafra que veamos de este deporte en mucho tiempo.
Imagen de twitter LVBP
Cada vez más se requiere de mucho financiamiento para la puesta en marcha de este evento, necesariamente en divisa estadounidense,misma que por causas que conocemos esta siendo susceptible de sanciones e impedimentos para ciertos entes y particulares obtener estos dólares para pagos de sueldos, equipamiento, presupuestos y demás detalles necesarios para que una temporada se desarrolla con cierta normalidad.
La 2020 /2021 será recordada por la forma que la organización y los equipos hicieron de tripas corazón para hacer que la pelota vuele y ruede en los pocos diamantes autorizados este año. La logística de esta última zafra fue titánica, sòlo cuatro estadios disponibles para ocho equipos, de hecho el campeón debió realizar sus juegos de local en un estadio prestado, jugadores monitoriados todos los días medianten pruebas de PCR con el propósito de no exponer a otros colegas,árbitros y personal de los estadios al virus que tiene en vilo al mundo.
En lo deportivo es evidente que este año el pitcheo fue el punto más bajo de todos los equipos en general, tanto abridores como relevistas dejaron mucho que desear en esta temporada, en donde los admiradores del arte de lanzar dejaron para la siguiente sus ansias de observar buenos duelos de serpentinas. Para los amantes de los batazos esta baja calidad de los lanzadores fue todo un deleite.
Esperamos que la temporada venidera pueda desarrollarse con la menor cantidad de contratiempos posible, que todos los equipos tengan sus estadios disponibles y que los fanáticos por fin vuelvan a los estadios sin ningún riesgo, por ahora, estoy feliz como amante del juego de pelota con la feliz culminación de esta campaña y su flamante campeón, Caribes de Anzoátegui.
